La S.I Catedral de Tarazona acogió ayer la solemne celebración de la eucaristía de la festividad de la Inmaculada y del día del Seminario que este año se celebró ayer, 8 de diciembre. La misa estuvo presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Eusebio Hernández Sola.
Durante la celebración el seminarista, Alberto Seminario, recibió los ministerios de Acólito y Lector de manos del obispo, quien le indicó que estos dos momentos «lo van acercando al altar y a Jesús» y destacó su «generosidad» al responder a la llamada de Dios. A partir de ahora, Alberto podrá proclamar la Sagrada Escritura en la liturgia, dirigir el canto y la participación en la asamblea litúrgica, además de ayudar a los diáconos y presbíteros, principalmente en la Eucaristía, así como distribuir la Comunión en las celebraciones y a los enfermos.
El obispo de Tarazona en su homilía, recordó todo lo que la pandemia está suponiendo para nuestras vidas, tuvo palabras para los enfermos, los fallecidos y sus familias así como para todos aquellos que están sufriendo las consecuencias de la pandemia como la falta de trabajo o el aumento de la pobreza. D. Eusebio se refirió a María en la festividad de la Inmaculada Concepción, como Santa de las Santas y «modelo de vida para todos nosotros».
El prelado nos recordó la celebración ayer también del Día del Seminario y señaló que el Seminario es un «privilegio» en nuestra diócesis porque permite que sus 139 parroquias puedan celebrar una misa semanal, algo que no todas las diócesis pueden realizar. «Para mi esto es un motivo de gran orgullo y, por ello, os pido que recéis para que siga habiendo vocaciones en nuestra diócesis», rogó D. Eusebio.
La eucaristía se pudo seguir a través del perfil de Facebook de la diócesis.