Con motivo de la festividad de San Juan de Avila, patrón del clero secular español, el obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, ha dirigido unas palabras a los sacerdotes de la diócesis.
En la misiva, D. Eusebio hace referencia a que es la primera vez que en muchos años no van a celebrar esta festividad que cada año reunía a todos los sacerdotes de la diócesis en el Seminario. Además, es el día en el que juntos celebraban las bodas de plata, oro o platino de alguno de ellos. Este año, como resalta el obispo en su carta, ninguno celebraba esta efeméride.
El prelado felicita a todos los sacerdotes en este día tan señalado para ellos y les dice que para él es «uno de los días más hermosos, que recuerdo con mayor cariño y sentimiento. FELICIDADES, queridos hermanos sacerdotes».
«A pesar de la distancia y el silencio os llevo conmigo, en mi corazón, en mi oración, en mi compañía, y más en estos momentos de aislamiento.
Y junto con mi recuerdo quiero deciros, una vez más, que estoy y soy feliz con vosotros; me siento querido y yo os quiero con todo mi corazón.
«Sí, seguramente no responderé siempre a vuestros deseos, trabajos y proyectos, pero intento ser un buen pastor. Mis lagunas cubrirlas, os ruego, con vuestra misericordia«, continúa D. Eusebio.
También les dice a sus hermanos sacerdotes que tengan como modelo y guía sacerdotal a San Juan de Ávila y que por su intercesión el Señor «siga acompañándonos en el servicio pastoral a favor de nuestros queridos pueblos y vecinos».
«Caminemos juntos hermanos; unidos venceremos las dificultades que la vida y situación actual nos impiden compartir, momentos de mayor fraternidad y comunión. Mientras tanto, recemos unos por otros», les pide a los presbíteros.
Finaliza la carta, dando gracias a la Virgen que «nos ha protegido hasta el momento» y pidiéndole que acompañándolos y que «nos libre de la pandemia que está asolando y entristeciendo el mundo».