Cristo ha resucitado. La celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo es única para los cristianos, ya que conmemora la Resurrección de Jesucristo, el triunfo de la vida sobre la muerte. Una celebración que este año, por la crisis motivada por el coronavirus, los fieles viven con especial fe desde los hogares, convertidos estos días de confinamiento en verdaderas iglesias domésticas.
“Nosotros que hemos atravesado el desierto de la Cuaresma en medio de la espantosa pandemia del coronavirus, entre miedos, enfermedades y muertes, hoy queremos abrir la puerta de nuestro corazón al grito de victoria: ¡ha resucitado el Señor! ¡ha resucitado verdaderamente”, expresa el arzobispo de Zaragoza, D. Vicente Jiménez Zamora, en su mensaje pascual.
El prelado, que ha presidido la Vigilia Pascual en la catedral basílica del Pilar —a puerta cerrada y retransmitida a través de internet—, subraya que “en la Pascua todos renacemos como hombres nuevos”, por lo que pide implorar al Señor para que “abandonemos al hombre viejo que anida en nuestro interior para dejar crecer al hombre nuevo, imagen de Jesucristo”. Dado que el tiempo pascual se extiende durante cincuenta días hasta la solemnidad de Pentecostés, el Arzobispo invita a “aprovechar este tiempo que la Iglesia nos ofrece para que germine en nosotros esa vida nueva, que Dios nos regala en su Hijo, vencedor del pecado y de la muerte y vive para siempre”.
“Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para nuestras comunidades cristianas y para cada uno de nosotros como fuerza de esperanza a través de su Iglesia, también hoy en medio de la prueba de esta epidemia desoladora”, concluye monseñor Jiménez Zamora, quien este domingo presidirá en el Pilar la misa de Pascua, con bendición papal, que comenzará a las 12.00 y podrá seguirse a través de la web 24horasconlavirgendelpilar.es.