El curso de Conservación y Restauración de Materiales Metálicos, organizado por la Fundación Santa María de Albarracín dentro del XXVII Ciclo de Cursos Superiores de Conservación y Restauración, patrocinado por el Gobierno de Aragón a través del INAEM, ha reunido a diez restauradores profesionales que, bajo la dirección de la profesora María Méndez, profundizan en el estudio y tratamiento del patrimonio metálico conservado en la localidad.
El curso, que se está celebrando del 29 de septiembre al 17 de octubre, combina sesiones teóricas y prácticas que permiten a los participantes adquirir un conocimiento especializado sobre las características, alteraciones, tratamientos y medidas de conservación de los distintos metales y aleaciones que conforman este amplio patrimonio.
La fase teórica aborda la conservación y restauración de metales desde una perspectiva integral, analizando los procesos de deterioro y las estrategias de intervención que aseguran su preservación a largo plazo.
En la fase práctica, los restauradores han intervenido una variada selección de piezas procedentes de los depósitos del Museo de Albarracín y del Museo Diocesano. Entre ellas, destacan los elementos arqueológicos de hierro, cobre y bronce, como clavos, remaches o planchas. Aunque de apariencia sencilla, estas piezas son de gran valor histórico y aportan un importante contenido didáctico para la formación de los técnicos.
En el ámbito litúrgico, se ha trabajado sobre una campana del año 1658, dedicada a Santa María, ubicada bajo el coro de la Catedral. Fabricada en ‘bronce campanile’ (78% cobre y 22% estaño), conserva su badajo original de hierro sujeto por una tira de piel. Los trabajos se han centrado en la limpieza, eliminación de corrosión, adhesión de fragmentos de hierro e hidratación del cuero, recuperando así tanto su integridad material como su valor simbólico.
También se ha intervenido un relicario popular dedicado a San Fausto, realizado en hojalata plateada y corlada, y una luna de plata decorativa, sobre la que se ha efectuado un proceso de limpieza y protección final para garantizar su estabilidad..
Las piezas de orfebrería continúan ocupando un lugar destacado en el curso. Este año se ha trabajado en dos blandones de plata procedentes de México, siguiendo los tratamientos iniciados en ediciones anteriores, así como en la revisión y mantenimiento de la Cruz de Noguera del siglo XIV, restaurada por la Fundación en el año 2000, sobre la que se han realizado labores de conservación preventiva: limpieza, eliminación de corrosiones superficiales y aplicación de una nueva capa de protección.
La combinación de trabajos prácticos con el estudio teórico convierte a este curso en una referencia nacional en el ámbito de la restauración metálica, permitiendo a los participantes actualizar sus conocimientos y contribuir activamente a la preservación del valioso patrimonio histórico de Albarracín.