La iglesia de San Juan “El Real” de Calatayud acogió ayer la celebración diocesana de la Jornada Mundial del Enfermo, que se conmemora coincidiendo con la festividad de la Virgen de Lourdes. La eucaristía estuvo presidida por el Sr. Obispo de Tarazona, D. Eusebio Hernández.
El lema de la Jornada fue “Acompañar a la familia en la enfermedad” y durante toda la celebración se rezó y se recordó tanto a los propios enfermos como a los familiares que se tienen que hacer cargo de ellos porque “cuando uno enferma, enferma toda la familia”. Asimismo se dio gracias por “la ternura y la perseverancia con que muchas familias acompañan a sus hijos, padres y familiares, enfermos crónicos o discapacitados graves”.
Uno de los momentos más emotivos fue en la presentación de las ofrendas cuando un grupo de personas que representaban a los voluntarios, asociaciones y organizaciones, profesionales de la sanidad, familiares, cofrades y religiosos ofrecieron un paracaídas de colores que simbolizaba todo lo que ellos representan para los enfermos: “una familia que le acoge, arropa, envuelve, suaviza sus caídas, frena los golpes, cura las heridas, acompaña, pone color y calor en su vida”.
Para finalizar, se leyeron sendas oraciones de agradecimiento: una de un enfermo por su familia y otra de un familiar del enfermo.
