Bernardino Lumbreras: «La catequesis está dirigida a madurar en la fe y la clase de Religión enseña la tradición religiosa»

Bernardino Lumbreras, delegado episcopal de Enseñanza de Zaragoza, nos explica la importancia de que los niños cursen Religión para aprender la tradición religiosa y ser mejores personas.

Bernardino Lumbreras es médico, doctor en Teología y delegado episcopal de Enseñanza en Zaragoza.

Estamos cerca del cierre y del comienzo del nuevo curso 2022-2023. Por ello, la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha lanzado una campaña con la que la Conferencia Episcopal Española (CEE) anima a las familias a matricular a sus hijos a clase de Religión Católica para el próximo curso. Bajo el lema «Amplía tus puntos de vista», la CEE invita a las familias a elegir la asignatura de Religión para que sus hijos puedan descubrir una mejor versión de la vida, desarrollando la autonomía y el espíritu crítico desde la visión cristiana de la persona.

La asignatura de Religión Católica enseña a los alumnos a ser bueno ciudadanos y, sobre todo, buenas personas.

SER BUENAS PERSONAS

Para Bernardino Lumbreras, delegado episcopal de Enseñanza en Zaragoza, esta asignatura «enseña a los alumnos a ser bueno ciudadanos y, sobre todo, buenas personas». El delegado establece dos diferencias clave entre la clase de Religión en los colegios y la catequesis en las parroquias: «La catequesis está dirigida a madurar en la fe, frente a la clase de Religión que propone el conocimiento de la propia tradición religiosa y cultural», puntualiza el delegado.

Otra de las grandes fortalezas que tiene cursar esta materia es que capacita a los alumnos a ser críticos con la realidad y les ayuda a responder con rigor a las cuestiones humanas y a las divinas.

RELIGIÓN Y CULTURA

La Religión nos ayuda a comprender la cultura que hemos heredado. En este sentido, Lumbreras explica que sin cultura religiosa será muy dificil que compredamos el mundo en el que vivimos «y no podremos interpretar el retablo de una catedral, ni un cuadro religioso».

CRÍTICOS CON LA REALIDAD

De esta forma, la clase de Religión, según explica Bernardino Lumbreras, enseña a los niños y jóvenes los valores más importantes que necesitan para su desarrollo personal y social. Otra de las grandes fortalezas que tiene cursar esta materia es que capacita a los alumnos a ser críticos con la realidad y les ayuda a responder con rigor a las cuestiones humanas y a las divinas.

MATRÍCULAS EN RELIGIÓN

Según los datos de la CEE, un 59,85% del alumnado eligió la asignatura de Religión en el curso pasado. Aunque el porcentaje es mayor en los centros concertados (89,6%) que en los centros públicos españoles (48%), aclara el delegado.