La plaza se llenó de vida. Era el 24 de diciembre, día de Nochebuena, cuando la gente acudía por distintas calles y con uniformes variopintos a celebrar Navidad. De los niños a los mayores, entre todos querían poner en escena el gran acontecimiento del nacimiento de Jesús.
La plaza estaba ambientada para los distintos momentos que se ponían en escena: Anunciación, camino de Belén, posada, cueva del nacimiento, palacio de Herodes, Magos. Todos los rincones de la Plaza rezumaban espiritualidad, y todo ambientado con la música oportuna para cada acontecimiento. Hacia el portal Belén acudían todos los oficios llevando y homenajeando al recién nacido.
José y María acogieron a todos y ofrecieron al Niño para adorarlo, a la vez que invitaban a depositar un donativo destinado a Cáritas en favor de los más desfavorecidos. Una gran ambientación para celebrar la Nochebuena.
El Consejo Parroquial