Adolescentes aragoneses peregrinaron por el Camino de Santiago

Fabio Ovalle Medina
27 de julio de 2025

La peregrinación a Santiago de Compostela, conocida como el Camino de Santiago, es un viaje a través de diferentes rutas hacia la tumba del apóstol Santiago en la Catedral de Santiago de Compostela, en Galicia. Es una experiencia tanto espiritual como cultural, que atrae a personas de todo el mundo con diversas motivaciones, como la búsqueda de renovación espiritual, la superación personal o el disfrute de la cultura y la naturaleza. Del 20 al 24 de julio, un grupo de adolescentes de 13 años han emprendido la peregrinación a Santiago, donde muchos pudieron vivir una experiencia de conexión con su fe, reflexionar sobre su vida y encontrar paz interior.

En el «Espejo de la Iglesia en Aragón» de COPE entrevistamos a uno de los monitores más jóvenes de esta peregrinación el universitario Javier Martínez Romero. A continuación, transcribimos la entrevista.

Rocío Álvarez: Cuéntanos para ubicarnos primero si te parece, ¿cuál es el recorrido que habéis hecho, desde dónde habéis salido y por qué pueblos habéis pasado?

Javier Martínez Romero:  Muy bien, pues salimos desde Sarria, que es el kilómetro 113, después fuimos a Portomarín, que fue la primera etapa, de Portomarín a Palas de Rei, de Palas de Rei a Lavacolla y de Lavacolla a Santiago.

R.Á.: O sea que habéis hecho ese mínimo un poquito más de esos 100 kilómetros, verdad, para que os den la compostelana y más o menos habrán hecho cálculo, han sido etapas grandecitas ¿no? cada día.

J.M.R.: Sí, etapas de o sea la media puede estar en 25 kilómetros al día, 26, algo así.

R.Á.: ¿Y cómo han respondido vuestros jóvenes con ese cansancio, madrugar, los pies?

J.M.R.: Muy bien, pues haber son chavales jóvenes, tienen 13 años y se nota, pues hay músculos que pues no sabían que tenían y les duele, pero la verdad que bastante bien, yo me he quedado sorprendido porque todo el tema de madrugar y tal. Es verdad, pues que les costaba un poco al principio, pero luego ya del tirón funcionaban perfectamente.

R.Á.: Ya cogen la marcha, entiendo que cada uno igual coge el mismo ritmo

J.M.R.: Bueno, o sea al final, cuando estás andando, pues hay unos que quieren llegar antes, otros que están jugando, que están por ahí. Entonces se forman como tres, cuatro grupos que cada monitor va con un grupo y entonces cada uno va a su ritmo, pero vamos no estamos muy lejos cada grupo del otro.

R.Á.: Además, la convivencia es importante, siempre, pero, además, pues en este tipo de experiencias que son tan intensas, que se comparte tanto, pues también, ¿no? Quizás más. Cómo están respondiendo los adolescentes con esa, pues a veces, tan complicada, ¿cuáles dirías que son esos principales desafíos a los que os enfrentáis los que estáis a cargo?

J.M.R.: Tú lo has dicho, ser adolescente es una edad complicada y se nota, porque son chavales intensos y pues hay veces que las cuesta obedecer, pues, o sea, le tienes que repetir todo un par de veces a todos. Pero bueno, luego, pues, por ejemplo, les dices, bueno, voy a poner un ejemplo, la convivencia nuestra, el sacerdote les dijo de que tenían que dar las gracias y todo y desde ese mismo día, todos los chavales respondiendo, dando las gracias, pidiendo las cosas por favor, o sea, saber que, si se lo repites, ellos son capaces de hacerlo.

R.Á.: Entienden ¿no? la clave también del servicio, de que están a una.

J.M.R.: Eso es. La clave es repetirles.

R.Á.: Sí, sí, sí, sí, estar ahí sin desfallecer. Cómo cuidáis Javier la experiencia con los chicos pues para que no se quede, pues, antes me hablabas del sacerdote, ¿no? Que no se quede solo en un plan divertido, que desde luego ha de serlo o en una manera de explorar la naturaleza o conocer nuevos lugares, ¿cómo conseguís ese plus, pues, para hacer del camino de Santiago una completa experiencia también espiritual para el grupo?

J.M.R.: Bueno, pues es que al final nosotros somos un grupo que hemos venido con un sacerdote y bueno, nosotros también además ofrecíamos misa todos los días y luego el sacerdote, antes de caminar todos los días sobre las 8:30 de la mañana, daba a los chavales una pequeña plática y les ponía un objetivo ese día. Entonces, eso también ayuda a la convivencia espiritualmente y luego, de los lugares, pues, bueno como al final estamos haciendo el camino de Santiago y vas parando por diferentes pueblos y como vas andando, pues te metes a una ermita, la visitas, luego está todo el tema este de sellar, que tienes que sellar para la compostelana, entonces al final vas visitando y vas viendo pueblos y ermitas durante todo el camino.

R.Á.: La propia naturaleza, desde caminos de esta peregrinación ayuda mucho.

J.M.R.: Sí, bueno aquí es, bueno al norte todo es árboles y nada muy bonito.

R.Á.: En tu caso, además que estás como monitor de este grupo junto a otros. ¿Qué nos puedes decir de tu experiencia a cargo de los chicos? ¿Cómo te estás viendo desenvolverte con ellos?  

J.M.R.: Bueno, yo lo verdad que bastante bien. Al final, bueno, es que al final te lo pasas bien, o sea, como todos nosotros hemos pasado esa edad, sabes más o menos por dónde tienes que ir y luego al final te lo pasas bien, o sea, si sabes cómo tratarlos o que decirles para que te hagan caso y tal, te lo pasas muy bien. Entonces yo de experiencia muy bien.

R.Á.: Y esas madres, esos padres que dudan, si animar a sus hijos a participar a ese tipo de planes, ¿qué les dirías tú para que se terminen de animar?

J.M.R.: Bueno, pues que traigan a su hijo a este tipo de convivencias porque además de, o sea, como vas con diferentes chavales, pues su hijo va a salir con nuevos amigos y que esta convivencia une y luego además espiritualmente, porque también te ayuda al tema espiritual porque pues tienes diferentes pláticas, luego misa, luego rosario, entonces yo les invitaría a que viniesen, sobre todo por sus hijos porque aparte se lo pasan muy bien y conocen diferentes chavales, y hacen grupetes y hablan entre ellos, entonces siempre eso es bien.

R.Á.: Es un plan completo, el camino.

J.M.R.: Eso es, es un plan completo.

R.Á.: Pues que muchísimas gracias, Javier, que apetecible todos lo que nos cuentas, yo la verdad he de decir que también he ido de niña, de joven a todos los campamentos que he podido y la verdad es que ha sido de las mejores experiencias de mi vida también, me alegra que coincidamos, que transmitamos tantas cosas buenas que se pueden vivir en ellos. Un saludo, Javier y feliz verano.

J.M.R.: Un saludo, igualmente, y muchas gracias.

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