La Jornada Mundial de la Paz 2026 llega con una llamada directa del papa León XIV: «¡Abrámonos a la paz!». El Santo Padre propone comenzar el nuevo año dejando espacio interior a una paz que no se impone a la fuerza, sino que transforma desde dentro.
En su mensaje —titulado La paz esté con todos ustedes: hacia una paz “desarmada y desarmante”—, el Papa parte del saludo pascual de Jesús: «¡La paz esté con ustedes!», una palabra que «no sólo desea, sino que realiza un cambio definitivo en quien la recibe». Por eso, insiste, no se trata de un simple deseo para año nuevo, sino de una presencia que ilumina, ensancha y vence la violencia.
«La paz existe, quiere habitar en nosotros, resiste a la violencia y la vence», escribe León XIV, recordando que la luz del Resucitado «permite reconocer el bien y elegirlo de nuevo juntos».
Paz que nace sin armas
Uno de los ejes del mensaje es rotundo: la paz cristiana no se sostiene en el miedo ni en la fuerza. El Papa retoma las palabras de Jesús en la pasión: «Envaina tu espada» (Jn 18,11). Desde ahí, formula una invitación incómoda pero clara:
«La paz de Jesús resucitado es desarmada, porque desarmada fue su lucha».
Y añade un paso más: la paz también debe desarmar nuestros conflictos, gestos, palabras y decisiones.
«La bondad es desarmante. Quizás por eso Dios se hizo niño», explica, enlazando Navidad con el inicio del año.
Contra la oscuridad: memoria, humildad y esperanza
León XIV reconoce que vivimos un momento en el que «abunda la sensación de impotencia» y «se difunde una visión del mundo dominada por el miedo». Pero no se resigna: recuerda que hay quienes, incluso en medio del dolor, «no han olvidado la paz» y mantienen encendida «una pequeña llama amenazada por la tormenta».
Para el Papa, la tarea comienza muy cerca: en el propio corazón.
Primero, desarmarnos por dentro; después, desarmar la mirada para reconocer el bien y custodiarlo.
A partir de ahí, sí: trabajar por una paz que no sea utopía ni eslogan, sino camino compartido.
«Antes de ser una meta, la paz es una presencia y un camino», subraya.
Un deseo para el Jubileo de la Esperanza
El mensaje concluye mirando al futuro inmediato del año jubilar recién iniciado.
El Papa pide que este tiempo sea fruto de “desarme interior”, capaz de renovar la vida personal y social:
«Que la paz sea un fruto del Jubileo de la Esperanza […] Dios no tardará en responder cumpliendo sus promesas».
En pocas palabras
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La paz como don recibido, no como conquista personal.
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Desarmar el corazón y la palabra, para que también se desarmen las relaciones.
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No ceder al fatalismo: la paz empieza donde crece la esperanza.
Mensaje completo
Quien desee, puede leer el texto íntegro difundido por la Santa Sede: La paz esté con todos ustedes: hacia una paz “desarmada y desarmante” (8 de diciembre de 2025).
https://www.vatican.va/content/leo-xiv/es/messages/peace/documents/20251208-messaggio-pace.html
