Opinión

Cesárea Mª Serrano Vicente

Carlo Acutis, modelo de santidad para la juventud (I)

15 de septiembre de 2025

La Iglesia siempre ha deseado que todos sus fieles, también los más pequeños, alcanzasen la santidad. En la historia de la Iglesia se han dado varios casos de niños que han sido canonizados: la mayoría de ellos han sido mártires y otros han sido los interlocutores privilegiados elegidos por Jesús y por la Virgen para confiarles un mensaje que debían llevar a toda la Iglesia y a la humanidad entera.

De hecho, san Juan Pablo II nos recuerda en la carta a los niños: “El Redentor de la humanidad parece compartir con ellos la solicitud por los otros: por los padres, por los compañeros y las compañeras. Él atiende tanto su oración. ¡Qué potencia enorme tiene la oración de los niños! Ella se vuelve un modelo para los mismos adultos: orar con confianza simple y total quiere decir orar como saben orar los niños”[1].

En esa invitación que nos hace la Iglesia para buscar la santidad a través los santos como modelos podemos analizar el impacto que ha tenido y continúa teniendo la beatificación de Carlo Acutis, un fiel de apenas 15 años, de época moderna, y que evangelizó con el ejemplo de su vida cristiana a pie de calle y a través del mundo tecnológico.

“Todo santo es hijo de su tiempo” y, en este sentido, cualquier cosa que pueda decirse de Carlo Acutis solo puede entenderse bajo este principio. Vivió como un chico normal y corriente de finales del siglo XX: paseaba, jugaba, estudiaba, ayudaba en casa, se divertía con sus amigos y familiares…etc. Pero no se limitó solamente a eso: Carlo escogió la ruta hacia lo eterno, hacia el cielo, en muchos casos yendo contracorriente.

Ha puesto en la agenda de la Iglesia, en primer lugar, la urgente necesidad de utilizar las redes sociales como instrumento de la nueva evangelización, adaptándose de esta forma a los tiempos modernos. Consiguió que las nuevas tecnologías, tan ligadas al consumismo, lograsen ser, por el contrario, un medio para llevar la evangelización a los rincones más alejados del planeta.

En este marco, el propio Papa Francisco habla de Carlo en su Exhortación Apostólica Christus vivit. Comentaba cómo el riesgo del mundo digital, puede colocar a los jóvenes “en el ensimismamiento, aislamiento o el placer vacío”. En ese sentido, cita a Carlo, un joven “creativo y genial”, que “sabía muy bien que esos mecanismos de la comunicación, de la publicidad y de las redes sociales pueden ser utilizados para volvernos seres adormecidos, dependientes del consumo u obsesionados con el tiempo libre”, en cambio, él fue capaz de usar las “nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio y para comunicar valores y belleza”. Carlo no cayó en la trampa (…). “No dejes que te roben la esperanza y la alegría, que te narcoticen para utilizarte como esclavo de sus intereses. Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa. No te sirve tener o aparecer. Puedes llegar a ser lo que Dios, tu Creador, sabe que eres, si reconoces que estás llamado a mucho. Invoca al Espíritu Santo y camina con confianza hacia la gran meta: la santidad. Así no serás una fotocopia, serás plenamente tú mismo. Para eso necesitas reconocer algo fundamental: ser joven no es solo la búsqueda de placeres pasajeros y de éxitos superficiales. Si eres joven en edad, pero te sientes débil, cansado o desilusionado, pídele a Jesús que te renueve. Con Él no falta la esperanza. Lo mismo puedes hacer si te sientes sumergido en los vicios, las malas costumbres, el egoísmo o la comodidad enfermiza. Jesús, lleno de vida, quiere ayudarte para que ser joven valga la pena. Así no privarás al mundo de ese aporte que solo tú puedes hacerle, siendo único e irrepetible como eres”[2].

[1] JUAN PABLO II, Carta a los niños en el año de la familia, 13-XII-1994.

[2] FRANCISCO, Exhortación Apostólica Christus vivit, 25-III-2019.

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