Algunos nos negamos a creer que esta posibilidad sea cierta, pero va camino de convertirse en una realidad, según las informaciones que nos llegan de los menos de 200.000 cristianos que sobreviven en todos los territorios que conforman, lo que hoy llamamos, Palestina.
El próximo día 29 de noviembre, volveremos a celebrar y -a reivindicar- el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Algunos, se enorgullecerán que nuestro país fue de los primeros, en el ámbito de la Unión Europea, en reconocer al Estado Palestino, como país soberano e independiente; otros, seguirán alimentando el discurso del odio y la violencia, identificando a buena parte de los palestinos con organizaciones terroristas. Esta situación de confrontación y polarización ideológica, utilizando al pueblo palestino, está llevando a una situación de sufrimiento y de imposibilidad de una vida digna, a la población civil que allí reside, tanto musulmanes como cristianos. Por otra parte, una convivencia, que los lleva a compartir no solamente el sufrimiento, sino también, la vida cotidiana en escuelas, campos de refugiados, hospitales o pueblos, donde participan de sus diferentes celebraciones y tradiciones culturales y religiosas, de una forma conjunta, como auténticos hermanos.
Hace pocos días recibíamos, en Zaragoza, la visita del Padre Bashar Fawadleh, párroco de Taybeh, en Cisjordania. Un testimonio, el suyo, que impactó, fuertemente, en el corazón y en la conciencia de los que estábamos presentes en la Iglesia de S. Nicolás. Allí, el Padre Bashar nos contó que ya no es suficiente la oración, hacia los cristianos que siguen viviendo en Tierra Santa. Hay que implementarla con otro tipo de acciones. Habló de la necesidad de continuar con las movilizaciones y manifestaciones en favor de la población palestina, que sigue muriendo a pesar de la tregua declarada entre Hamas y el Estado de Israel. Nos invitó a escribir a nuestras autoridades locales, autonómicas y estatales, recordándoles que ellos, también, pueden tener capacidad de influencia y presión, hacia las autoridades israelíes, desde diferentes ámbitos: económicos, políticos, sociales y de opinión pública. Por otra parte, nos instó -directamente- a los cristianos de España, a que lleváramos a cabo proyectos concretos de solidaridad y ayuda económica, para que los cristianos sigan viviendo en la tierra de Jesús. A este respecto, es bueno que recordemos que Cáritas Diocesana de Zaragoza realiza, desde hace muchos años, diferentes proyectos de acompañamiento a la población local palestina en el ámbito educativo, de salud y de apoyo alimentario en las diferentes situaciones de emergencia que se han ido desarrollando, a través del tiempo, en este prolongado conflicto de Oriente Medio.

El Padre Bashar nos estuvo narrando, desde su presencia y acompañamiento a la población local cristiana de Taybeh, que la convivencia entre cristianos y musulmanes es de auténtica fraternidad. Los más pequeños comparten aulas y juegos en el colegio, los más mayores se apoyan y trabajan juntos, para resistir los intentos del Estado de Israel para que abandonen la tierra de sus antepasados. En palabras suyas: “Nuestro conflicto no es religioso, es un problema de ocupación”. Nos contó los diferentes mecanismos que utiliza el Estado de Israel, a través de los colonos armados que, poco a poco, se están adueñando de los territorios “autónomos” palestinos. Comienzan enviando sus ganados para que destruyan los olivos y las tierras de cultivo de la población palestina, “asfixian” económicamente a una población encerrada en “fronteras desconocidas” dentro de sus pueblos y ciudades, merman la moral y la esperanza de quienes no pueden alimentar a sus hijos, hasta que, por fin, logran que abandonen sus casas y tierras -partiendo a la emigración- y logran la ocupación permanente del territorio, con el silencioso beneplácito de las autoridades civiles y militares israelíes.
Frente a esta situación de “silenciosa impunidad” de la comunidad internacional, hace pocas semanas, surgió en Italia, expandiéndose posteriormente a nuestro país, una iniciativa de “sacerdotes contra el genocidio del pueblo palestino”. Esta iniciativa quiere ser una interpelación, hacia las conciencias de quienes, dentro de la Iglesia Católica, solamente nos hemos dedicado a la oración por la población cristiana de Palestina. Como nos decía el Padre Bashar, ya no basta solamente con la oración, hay que seguir asumiendo compromisos y gestos más concretos y directos, para evitar que Tierra Santa, termine desapareciendo como un lugar de encuentro y convivencia de culturas y religiones milenarias. Este grupo de sacerdotes ha elaborado un manifiesto que se ha enviado a la Conferencia Episcopal Española y a diferentes medios de comunicación social.
El Cardenal Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, es otra voz autorizada que debemos escuchar, cuando aparecen noticias sobre Tierra Santa. Recientemente, nos invitaba a “escuchar el dolor de los otros, para poder alcanzar la paz”. El pecado de omisión hacia los hermanos cristianos de Palestina, los está condenando a la muerte o a la emigración. Ataques como los ocurridos a la única parroquia católica de Gaza, donde el Padre Romanelli, junto a una reducida comunidad de cristianos, siguen resistiendo los ataques y las presiones para que abandonen la Franja; son el exponente de un plan diseñado y programado, para lograr la desaparición de la presencia cristiana en toda la Tierra Santa, que llamamos Palestina.
Si seguimos lamentándonos de la situación de estos hermanos de fe, sin asumir que podemos hacer algo por ellos; estaremos convirtiendo Palestina en un museo o, quizás, en algo peor, un parque temático que visitaremos recordando que un día allí nació Jesucristo, el Hijo de Dios.
Ojalá, en este tiempo de Adviento, que dentro de pocos días vamos a iniciar, el Señor remueva nuestra conciencia y nos lleve a asumir algún pequeño gesto o compromiso en favor de quienes, también, quieren celebrar la Natividad en el mismo lugar donde tuvo lugar la encarnación del mismo Dios.
1 Pueblo que se corresponde con Efraín. Ciudad a la que se retiró Jesús con sus discípulos, después de resucitar a Lázaro para evitar a los fariseos que querían arrestarlo (Cf. Jn 11, 54).
2 https://www.caritas-zaragoza.org/emergencias/caritas-con-tierra-santa/
3 https://www.youtube.com/watch?v=qSmjZQxLQDE&pp=ygUWcGFkcmUgYmFzaGFyIGVuIHRheWJlaA%3D%3D