Casa de Espiritualidad Quinta Julieta un año de servicio a la Iglesia y a la Archidiócesis de Zaragoza

Fabio Ovalle Medina
26 de julio de 2025

Desde que la gestión diocesana de la Casa de Espiritualidad Quinta Julieta, se inició el 1 de agosto de 2024, este espacio ha continuado con su misión de ser un pulmón vital para la vida de fe en nuestra archidiócesis. En apenas un año la Quinta Julieta ha acogido un total de 113 eventos, grupos, ofreciendo un lugar privilegiado para la oración, la formación y el encuentro en un ambiente de recogimiento y cercanía.

En el «Espejo de la Iglesia en Aragón» de COPE entrevistamos a Marisol Latorre, Coordinadora de Quinta Julieta. A continuación, transcribimos la entrevista.

Rocío Álvarez: Cuéntanos, Marisol este curso comenzó con la apuesta a punto de la Casa en algunos detalles en la que se implicaron, pues más de 80 personas, ¿cuáles fueron los principales cambios que se llevaron a cabo?

Marisol Latorre: Pues la jornada de trabajo que tuvimos entonces, el equipo gestor que estábamos ya detrás, teníamos como dos objetivos muy claros. Uno de ellos era aprovechar la fuerza del grupo, era un regalo poder tener manos dispuestas a trabajar en la casa y por otro lado también teníamos muy claro que había que crear comunidad y que la gente empezara a sentir la casa como suya. Entonces nada, en esa jornada hicimos tres grupos de trabajo, uno de limpieza, otro de pintura y otro de jardín y aprovechamos la jornada, pues eso, para que fuera una convivencia, darle un pequeño lavado de cara a la casa, no se podían hacer grandes cambios, pero sí que queríamos que tuviera un aire un poquito más contemporáneo y más acogedor. Y eso fue lo que hicimos, coger brochas, bayetas y trabajar mucho en el jardín, compartir la Eucaristía y compartir una comida fraterna entre todos.

R.Á.: Además, por la casa, Marisol han pasado pues una gran diversidad de grupos, entre otros las parroquias, que también consideráis como el motor de la actividad de la casa, ¿cuéntanos qué parroquias han pasado por allí y qué actividades han desarrollado?

M.L.: Pues mira, por la casa han pasado parroquias como Santa Engracia, San Valero, San Braulio, San Pedro Arbués, Perpetuo Socorro, El Carmen. Es verdad que son las que han movido grupos más grandes de gente y bueno, se han movido, las actividades han sido diversas, pero, sobre todo, pues toda la familia Emaús que se mueven con ese primer anuncio, tan importante hoy en día. Hay grupos de catecumenado de adultos, han pasado también varios grupos neocatecumenales, grupos de matrimonio, bueno pues todos un poco con ese fondo de momentos de encuentro, de formación y de oración.

R.Á.: Además, aparte de las parroquias, pues también han pasado otro tipo de grupos, órdenes religiosas, colegios. ¿cuéntanos un poquito a ver este cuadro de grupos que han ido pasando?

M.L.: Sí, pues mira, acabamos y terminamos ahora mismo las tandas de ejercicios espirituales. Y evidentemente han pasado por ellos varias órdenes religiosas de aquí de Zaragoza, la mayoría. Y a lo largo del año, pues, bueno, ha habido de todo. Hemos tenido vicarias y delegaciones que han pasado por aquí, asociaciones eclesiales de todo tipo, cursillos de cristiandad, asociación para el diálogo interreligioso, renovación carismática, han pasado colegios, los colegios han venido, bueno, pues aprovechando todo el espacio exterior que hay, han tenido jornadas de convivencia, se han venido a pasar aquí la mañana, y ha habido otros colegios que han tenido retiro quedándose incluso a dormir. Pero también es verdad que han pasado entidades, pues, bueno, la Fundación Canónica, como la mesa de la Hospitalidad, han pasado grupos de fe católico, entidades profesionales de distintos ámbitos, de cuidado, meditación, psicología. Tenemos peregrinaciones, todavía pendientes de pasar también este agosto. El cuadro, como ves, es muy diverso, una constancia de la riqueza de nuestra Iglesia.

R.Á.: Además, no solo la Quinta Julieta ha sido el centro de tantas actividades espirituales, ¿no? de la diócesis, sino que también ha podido mostrar ese lado más social al acoger algunos migrantes como aquellos que desalojaron en un hostal ilegal. Cuéntanos un poco.

M.L.: Sí, la verdad es que ha sido una experiencia que ha dejado, yo creo que una impronta especial en la casa, ¿no? Fue una experiencia importante poder dar respuesta como Iglesia a una situación de emergencia que nos solicitaban desde el Ayuntamiento. Entonces, poder atender a esas personas, pues para nosotros fue único e importante. Para mí hay como dos recuerdos muy claros de esos días. Por un lado, el hecho de que nos llamaron para poder decir si estábamos dispuestos a abordar esto. Y cuando yo bajé para la casa, Don Carlos, el señor arzobispo estaba ya esperando en la puerta, ¿no? Es que tanto el Señor Arzobispo, como Don Rubén, Vicario General estuvieran aquí al pie del cañón y todo el equipo, para mí fue una muestra importante de la implicación de nuestra Iglesia en esto ¿no? Y luego, pues esa parte de ver a gente llegando aquí a la casa con toda su vida a cuestas, con todas sus pertenencias, sin tener muy claro que iban a hacer y, bueno, dejando constancia de ese problema importante, que es el tema de la vivienda hoy en día, ¿no? Pero, bueno, que pudiéramos dar respuesta como casa, como lugar de acogida, aunque fuera de manera muy breve, fue importante. Yo creo que puede abrir la puerta a más colaboraciones de este tipo.

R.Á.: Que en gran testimonio desde luego. ¿Cuál dirías que es el balance o la sensación general de los que estáis pues cada día ah al pie del cañón, en la Quinta Julieta, después de haber cerrado este curso, de que haya pasado todo este curso, cómo os quedáis?

M.L.: Pues mira, te diría que lo primero que valoramos tanto Daniel mi compañero como yo, es la suerte de equipo que tenemos alrededor, ¿no? Se ha generado un equipo gestor con mucha adhesión, con mucho cuidado de los unos por los otros y con una implicación personal muy fuerte. También tenemos que decir que, bueno, que pedimos disculpas en todo lo que nos hayamos podido equivocar a lo largo del año, porque tanto Daniel como yo los dos veníamos de ámbitos laborales muy distintos a este y ha sido un aprendizaje importante todo el tema de la gestión. Pero es verdad que la sensación es de estar muy agradecidos, de poder estar viviendo esta experiencia de servicio y en mi caso, pues yo te diría que incluso de misión, ¿no? Cuando se abren este tipo de puertas, pues el Señor algo tiene que decirnos con ellas, ¿no? Entonces, bueno, es una experiencia muy rica, solo que ahora estamos cansados del curso, pero bueno, tenemos todo agosto para descansar y con ganas de seguir con muchas ganas de seguir adelante. Oyendo la gente, lo que expresa cuando vienen, que era como la gente te cuenta sus recuerdos, las evidencias de la casa, cuando han estado aquí de jóvenes, gente que se ha casado aquí y muchos encuentros, muchas vivencias personales y muchos encuentros con el Señor, ¿no? Entonces todo el mundo dice, es importante que esto se mantenga y tenemos el convencimiento de que es así, ¿no? La casa es un lugar importante, de oración, de reflexión, de trabajo y hay que intentar fomentar que sea así, así que en eso estamos.

R.Á.: Hablas además de descanso, entiendo que es un ritmo muy intenso el que se vive durante el curso, fines de semana incluidos. ¿cómo os organizáis, porque claro, entiendo que hay muchos planes que son de fin de semana?

M.L.: En un principio generalmente todos, es verdad que ha habido ocupación a lo largo de las semanas, los coles suelen venir entre semana, la formación que han tenido parte de los sacerdotes de la diócesis también ha sido entre semana, ha habido encuentros de los padres paúles, religiosas entre semana, pero la mayoría de las veces son los finas de semana los que están ocupados, de hecho ha habido muy poquitos que han estado libres, así que nada nos vamos organizando como suele decirse como Dios nos da a entender porque las jornadas son intensas, sí, normalmente a las 8:00 de la mañana hay que abrir para que el servicio de cocina pueda empezar a preparar desayunos y la jornada se suele alargar hasta las 8:30 de la tarde, que se sientan ya a cenar, así que pues nada, haciendo turnos con mucha comunicación entre nosotros y con mucha disponibilidad para trabajar.

R.Á.: Y con la vista puesta Marisol en el curso que viene además se ha programado otra jornada de encuentro y trabajo, ¿verdad?

M.L.: Así es, sí, así. Bueno, nos parecía que también era buena idea el comenzar el curso con otra jornada así, la gente nos lo pidió ya con la jornada del año de este curso, que terminamos, nos dijeron que era buena idea, que repitiéramos, que, porque no organizábamos algo como más periódico, pero es verdad que no nos ha dado la vida, ni la ocupación de los fines de semana. Entonces, bueno, pues el comenzar el curso con otra jornada de fraternidad, donde poder, bueno, pues eso llevar a cabo trabajos que nosotros no hemos podido hacer a lo largo del curso, y a la vez seguir compartiendo esa comida, esa mesa y esa oración, poder hacer fraternidad entre todos y esa colaboración de tantas manos dispuestas a trabajar, pues era una buena idea. Así que el 6 de septiembre sábado, yo invito ya desde aquí a todos los que quieran animarse venir a pasar un día en la Quinta.

R.Á.: Iremos también anunciando este evento nuestras redes sociales para que la gente pues lo vaya archivando, guardando y sepan, más detalles de esta jornada de inicio de curso en la Quinta Julieta. Pues muchísimas gracias, Marisol, que maravilla, desde luego el gran servicio que quedáis, desde la Casa de Espiritualidad Quinta Julieta, ofreciendo pues este espacio tan acogedor y necesario para tantas iniciativas y encuentros. Un saludo fuerte, Marisol.

M.L.: Un saludo también para ti y para todos.

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