La Archidiócesis de Zaragoza inicia el camino hacia la conmemoración del Bimilenario de la Venida de la Virgen del Pilar en 2040. Se trata del proyecto «Pilar 2040», impulsado y organizado por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, que ha sido presentado oficialmente hoy jueves 3 de octubre, a las 12:00 horas en la Santa Capilla de la Basílica.
El acto, que busca involucrar a toda la sociedad aragonesa en torno a la patrona, contó con la participación del arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, el deán del cabildo, Juan Sebastián Teruel, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón.
«Pilar, faro de identidad, cultura y cohesión social»
En la presentación del proyecto «Pilar 2040», el arzobispo de Zaragoza ha señalado que se trata de un ambicioso plan de futuro, unidad, creatividad y compromiso que trasciende lo meramente religioso. El proyecto se fundamenta en el legado único de la Basílica, que conmemora los casi 2.000 años de la visita de la Virgen María a Santiago Apóstol, destacando al Pilar como un faro de identidad, cultura y cohesión social que sigue atrayendo peregrinos. Subraya que la devoción a la Virgen del Pilar no solo es un vínculo religioso, sino también un lazo que conecta a personas y naciones —especialmente con los pueblos de la Hispanidad—, invitando a construir puentes y haciendo de Zaragoza un lugar de consuelo, reconciliación y esperanza. Finalmente, lanza una llamada a la acción a toda la sociedad, incluyendo empresas e instituciones, para sumarse a este esfuerzo que busca un renacimiento cultural que proyecte a la ciudad y conecte con los jóvenes, llamándolos «generación del Pilar 2040», sembrando así frutos de fe y esperanza para Aragón, España y el mundo.
Tres líneas de trabajo
Tras las palabras de bienvenida del arzobispo de Zaragoza, Juan Sebastián Teruel, deán del Cabildo, desgranó las tres líneas estratégicas que guiarán el proyecto «Pilar 2040».
- Arte, Cultura y Patrimonio: El proyecto Pilar 2040 pondrá el foco en la conservación del templo como emblema artístico de la ciudad. La acción más destacada será la rehabilitación de las torres del Pilar, asegurando el mantenimiento de este icónico monumento.
- Culto, Pastoral y Espiritualidad: Para revitalizar la dimensión de fe del Santuario, se impulsará la creación de un Centro de Acogida de Peregrinos, cuyo primer paso está previsto para 2028. Este centro buscará ofrecer una mejor experiencia a los millones de fieles que visitan la Basílica anualmente.
- Dimensión Social y Caritativa: Bajo la premisa de que la fe debe traducirse en acción, se lanzará la Red Solidaridad Pilar 2040. Esta iniciativa caritativa estará destinada a atender a grupos vulnerables de la sociedad, con especial atención a las mujeres prostituidas, las gestantes en situación de dificultad y la infancia.
«Acontecimiento único en la historia de la cristiandad»
A continuación ha tomado la palabra a alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, para señalar el bimilenario de la Venida de la Virgen como un «acontecimiento único en la historia de la cristiandad» y un poderoso símbolo de unión entre todos los pueblos. Resaltó el inmenso legado y cariño que la Basílica y la Virgen generan, a la que describió como «fuerza, madre y guía» de los zaragozanos, mencionando además la histórica visita de Juan Pablo II en 1982 como precedente de su relevancia mundial y su afirmación: «Qué pequeña es y qué fuerza tiene». La alcaldesa transmitió el sentimiento de responsabilidad como herederos de esta historia, asegurando que la celebración «marcará nuestro presente y futuro».
«Referente indispensable en toda la esfera católica mundial»
Por su parte, Jorge Azcón se centró en el compromiso institucional y la proyección internacional de la celebración, catalogando al Pilar como un «referente indispensable en toda la esfera católica mundial». El presidente de Aragón garantizó la colaboración estrecha y la plena implicación de su gobierno en este evento, cuyo alcance va «más allá de lo religioso». Anunció que la Plaza del Pilar será el «corazón de este momento» y un espacio abierto que simboliza la convivencia, proyectando el evento a nivel global. Azcón concluyó que conmemorar los 2.000 años de historia del Pilar es también «trabajar por el futuro de Aragón», con el deseo de que el mensaje de esta celebración «se oiga en todo el mundo».
El logotipo, símbolo de identidad y proyección
Para dar imagen a un proyecto de tal envergadura, el Cabildo Metropolitano de Zaragoza y la Archidiócesis de Zaragoza presentan la marca Pilar 2040, un logotipo que trasciende lo gráfico para convertirse en un verdadero símbolo de identidad y proyección. No es solo un diseño: es una imagen que une historia, fe y futuro, y que prepara el camino hacia la conmemoración de los dos mil años de tradición viva de la venida de la Virgen.
Cada uno de los elementos que lo componen ha sido cuidadosamente elegido para reflejar la esencia de un pueblo y la universalidad de un símbolo:
- El Pilar, como base de la devoción y origen de una tradición que ha acompañado a generaciones.
- El año 2040, que representa la mirada hacia adelante, la continuidad de un legado milenario proyectado hacia el futuro.
- La Virgen y su manto, signo de amor, protección y espiritualidad que arropa a quienes miran hacia Ella.
- La columna, expresión de firmeza, fortaleza y unión.
- La ráfaga, que simboliza la luz divina, la santidad, la gloria y la majestad.
- El clavel, la ofrenda sencilla pero profunda de la devoción popular.
- El agua del Ebro, vida en movimiento, signo de una tradición que fluye y nunca se detiene.
Incluso el color elegido tiene un sentido profundo: gracias a la inteligencia artificial, se obtuvo directamente de la piedra de jaspe del Pilar, en un gesto que une tradición e innovación en un mismo trazo.
Así nace el logotipo Pilar 2040, un emblema vivo que recoge siglos de historia, fe y cultura, y que abre el camino hacia la gran celebración de un símbolo universal: Pilar 2040. 2000 años de la venida de la Virgen.
El acto institucional no solo ha tenido un componente expositivo, sino también celebrativo. La ceremonia ha contado con la intervención musical de los Infanticos del Pilar, una ofrenda solemne y la participación de cantantes de jotas, uniendo así la tradición religiosa y cultural en el arranque de la cuenta atrás hacia el Bimilenario.