¡Ya han sido enviados! Una misma vocación, una sola respuesta

El domingo 7 de abril, en Muniesa, en el marco de los encuentros de oración cuaresmal, del arciprestazgo de Montalbán celebramos, unidos al obispo de la diócesis, una liturgia de la palabra con un gran sentido misionero y eclesial.

En este sencillo, pero sentido momento, el obispo hizo el envío de varios hermanos y hermanas que se prepararon para ser animadores de la comunidad. Es decir, que estos hermanos nuestros, acompañados de nuestra oración y con el nombramiento oficial del obispo, podrán asistir a pequeñas comunidades eclesiales en espera de presbítero. No cabe duda que son un regalo para la diócesis, una gran ayuda para los presbíteros y un fecundo y vivo testimonio para todos los Cristianos.

Nos hemos juntado casi noventa personas de toda la zona pastoral y allí el obispo nos ha invitado a buscar la palabra de Dios, a leerla con el corazón y el oído abierto; a acogerla como lo que es, palabra que da vida. Ha dicho también que:

Muchas veces nos preguntamos cómo orar y sobre todo nos preguntamos si Dios nos escucha, pero olvidando que las respuestas de Dios nos llegan a través de su Palabra… no sabéis lo que puede una persona crecer en su fe, sólo con consultar la palabra Dios cada día

Recordando la carta a los filipenses “Todo lo estimo en nada  con tal de ganar a Cristo Jesús, mi Señor” (3,8) nos ha dicho don Antonio que  “esta frase nos invita a ser discípulos y nos llama a entregarnos a los demás… es verdad que en muchas ocasiones nos entregamos ocasionalmente a los demás, pero el que es discípulo, se entrega cada día, se entrega siempre…”

Al hilo de las palabras de nuestro obispo, podemos decir que los bautizados que queremos caminar en la tónica misionera del Evangelio, damos cada día  a Dios nuestro sí, para que su Palabra se encarne en todas las realidades cotidianas. Así lo han confirmado estos hermanos y hermanas, que consientes de su sacerdocio bautismal también, ante la pregunta del Señor “¿a quién enviaré? ¿Quién ira de nuestra parte?  …” (Is 6, 8-9) ellos han contestado con las mismas palabras del profeta “envíame a mi”.

Que animados por la Palabra de Dios y con la fuerza de nuestra oración nuestros hermanos mantengan viva su vocación, por la que les damos las gracias; y que sea este un motivo para que otros también se animen a dar el paso para ser animadores de las comunidades.