Un paraíso para encontrarse con Dios cerca de Manzanera

Hoy conoceremos la Fundación Paraíso, ubicada en el barrio abandonado del Paraíso Alto, un bello lugar en pleno corazón del Valle del mismo nombre cerca de Manzanera, y que desde hace 10 años multitud de jóvenes han estado trabajando para reconstruir y levantar el maravilloso paraje que es hoy en día.

Manzanera posee un gran término municipal, destacando uno de sus valles, el del Paraíso, que desde el balneario de nombre homónimo, se abre subiendo hacia el barrio de Paraíso Alto y la Peñablanca. Un lugar de espiritualidad, naturaleza patrimonio histórico y paisaje. Paraíso Alto es un barrio de manzanera que fue abandonado por sus vecinos en la década de los 60, y desde ese momento, sus casas y corrales abandonados fueron cayendo uno a uno hasta, llegar casi a una ruina total.

Fue hacia el año 2011 cuando se inició esta maravillosa aventura, buscando cómo poder adquirir aquellas ruinas para después reconstruirla. Sin dinero, sin saber el paradero de los propietarios…poco a poco se fueron adquiriendo con donaciones los inmuebles derruidos. Pero todo este trabajo no fue sencillo y toda esa labor de donaciones y junto a las últimas voluntades de don José Muñoz, sacerdote de Valencia, se pudo comprar las ruinas iniciales. En el año 2012-13 se inició la restauración de la ermita de Ntra. Sra. de los Dolores, que ya presentaba gran parte de sus bóvedas y tejados hundidos. Uno de los grandes impulsores de esta obra, el sacerdote don Martín Ramón Martín Noguera, ha estudiado a fondo el tema y concluye que la construcción de la ermita proviene, al igual que las primeras casas del barrio, de los franciscanos del convento de Ntra. Sra. de la Vega de Manzanera, que tenían estas tierras del valle del río del Paraíso.

A partir de entonces el trabajo ha sido ingente, multitud de jóvenes y voluntarios acudían todos los años a encontrar un lugar de espiritualidad y de encuentro con el Señor a la vez que el trabajo conjunto iba reconstruyendo todo aquel sueño primigenio. Aunque sigue habiendo trabajo por hacer, con la providencia de Dios se hizo aquella obra y se ha continuado con numerosas casas hasta llegar a la actualidad, un rincón bellísimo donde tener un lugar de oración y convivencia de jóvenes y familias, una reconstrucción no solo material sino del interior del corazón.

Multitud de jóvenes siguen acudiendo los veranos, testigos de la presencia de Dios en el mundo. Como el testimonio de Ferrán que acude con su mujer y sus tres hijos:

El paraíso, un lugar único, donde nos sentimos como en casa, me atrevería a decir que mejor, qué regalo poder convivir con tantas personas y compartir ese preciado tiempo sin ruidos de la calle, sin cobertura, sin tantas cosas que tenemos cada día a nuestro alrededor…

O Nacho un joven valenciano:

conozco el Paraíso desde hace unos 6-7 años. Para mí este lugar ha sido un sitio de encuentro, donde me he sentido querido siempre y donde he podido disfrutar del amor de Dios manifestado en el amor a los hermanos.

Fue en julio de año pasado cuando gracias a la ayuda de nuestro anterior Obispo, don Antonio Gómez, se constituyó ante notario en Teruel como fundación y presidida por el obispo. Fundación canónica “El paraíso” que tiene como fin este encuentro de Dios y su obra a través del culto en la Ermita y los distintos encuentros o convivencias que allí se realizan. Si quieren conocer más visiten su web.