En ocasiones tenemos dificultad para hablar de nosotros mismos, de nuestras emociones, de lo que nos pasa por dentro; a veces porque no encontramos personas y ámbitos que nos ofrezcan confianza. Sin embargo, es muy saludable verbalizar nuestras vivencias íntimas, las que nos hacen sufrir y aquellas que son fuente de gozo. También experimentamos problemas para sentirnos perdonados y reconciliados. Es más, nos cuesta incluso perdonarnos a nosotros mismos.
El sacramento de la Reconciliación viene en nuestra ayuda, para que podamos afrontar con paz y esperanza nuestras limitaciones y miserias, para acoger y disfrutar la misericordia de Dios, que sana las heridas del corazón y, a la vez, nos da fuerza para perdonar y ser instrumentos de reconciliación, especialmente necesaria en este mundo nuestro, tan tensionado y crispado.
En cualquier parroquia podemos celebrar este sacramento, y para ofrecer más posibilidades, desde el segundo domingo de cuaresma habrá servicio de confesiones, organizado por los sacerdotes del Arciprestazgo de Teruel, en la iglesia del Salvador, de lunes a sábado de 10.30 a 12.30 y de 17 a 19 h. En la Catedral también se ofrece este servicio, los mismos días de 9 a 10 h.