El pasado mes de diciembre, la Hermandad de la Virgen de Monlora de Luna puso a disposición de todos las homilías de D. José María Conget que, en su día, editaron en el libro. “Semillas al viento”. Se pueden consultar en su página web: www.monlora.com. Allí está el acceso al libro de don José María y un lugar para cada uno de los ciclos A, B y C de homilías.
El libro SEMILLAS AL VIENTO tiene al menos dos ediciones. Digo esto porque la mayor parte de las homilías de don José María, antes de ser reunidas en volúmenes de tomo y lomo fueron publicadas semanalmente, no solo en la entonces Hoja diocesana IGLESIA EN JACA y en el semanario jaqués EL PIRINEO ARAGONÉS, sino en diversas publicaciones de Pamplona y del resto de Navarra.
El volumen de la segunda edición consta de 530 páginas y contiene lo que decimos, las cartas homiléticas de don José María de los tres ciclos de la liturgia, A, B y C, pero añadiendo las homilías de los meses de agosto de los tres ciclos que no se publicaron en la Hoja diocesana por cierre vacacional de la imprenta y que fueron escritas por el entonces Vicario General de la diócesis don Fernando Jordán Pemán, su brazo derecho, y buen conocedor de su línea pastoral, de modo que siente y comunica el evangelio casi con las mismas palabras que el autor.
De todos es conocido el amor de don José María hacia este santuario, como buen hijo de las Cinco Villas que era, y sus desvelos para que Monlora fuese habitado permanentemente por una comunidad religiosa y se convirtiera en un foco de espiritualidad para la diócesis y la Iglesia en general.
También conviene recordar, como muestra de la conexión que tuvo con todos los diocesanos, clero, religiosos y fieles, además del cariño que despertó en todos durante los casi doce años que estuvo al frente de la diócesis, que siempre es posible ver flores frescas en su tumba de la capilla de San Miguel de la Catedral. Y que, desde que el rey Sancho Ramírez creó la diócesis en 1077, de los noventa y cinco prelados que han ocupado la sede jaquesa –bien en solitario, bien junto con la de Huesca- es el único que tiene una calle dedicada a él en la ciudad de Jaca.
Gracias a la Hermandad de Monlora por las ediciones en papel de SEMILLAS AL VIENTO y ahora por su tercera edición, esta vez digital. Un servicio muy loable, sobre todo para los sacerdotes.
