Se nos marchan nuestras Madres Carmelitas de Teruel

Tras 360 años de presencia de la Orden del Carmelo en nuestra ciudad de Teruel, las Hermanas Carmelitas se despiden de su convento de Santa Teresa rumbo a la localidad valenciana de Puzol.

Hay noticias que no apetece dar, esta es una de ellas, el sábado, 21 de noviembre, se despiden de nuestra diócesis las Hermanas Carmelitas que tantos años han estado con nosotros.

En silencio, como han ejercido su importante labor durante todos estos años, se quieren marchar con una eucaristía íntima, presidida por nuestro Obispo don Antonio. Esta es la voluntad de las hermanas motivada por esta pandemia del

COVID-19, ya que hubiera sido difícil cumplir los protocolos sanitarios con tanta gente que querría acompañarlas y demostrarles el afecto que les tienen, pero también por lo triste para ellas de las despedidas de tantas gentes, de tantos rostros, con los que han convivido durante gran parte de sus vidas.

La Orden ha determinado que deberán seguir ejerciendo su trabajo en otro convento, donde estarán bien acogidas y tratadas, pero difícilmente tan queridas como lo han sido por todos los turolenses y por toda la diócesis en general.

La historia del Convento va casi de la mano de la historia de nuestra diócesis de Teruel y Albarracín. El convento nació con la venida de las MM Carmelitas de Zaragoza, en el año de 1660, tres valientes hermanas fueron las encargadas de llegar a Teruel para su fundación: la Madre Isabel de Jesús María (oscense), la Madre Ana del Espíritu Santo (Ejea de los Caballeros) y la Madre Ignacia de Santa Teresa (Zaragoza) Estos 360 años de presencia carmelita en nuestra Ciudad han dado para muchos momentos duros: la invasión de los ejércitos napoleónicos, la desamortización de Mendizábal, la amarga Guerra Civil…, pero muchas más circunstancias dichosas: la llegada del brazo de Santa Teresa en 1963, también el cayado de la Santa hace unos años, eucaristías, procesiones, festividades…

Por nuestro monasterio turolense han pasado desde su fundación más de 150 religiosas y su legado quedará en nuestros corazones para siempre.