Las congregaciones poco a poco van unificando sus provincias. Es el caso de la compañía de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl que unió el pasado 27 de septiembre las provincias de Barcelona y Pamplona conformando una nueva, denominada España Este. Por ello, y de cara a la fiesta de la Medalla Milagrosa que se celebra el 27 de noviembre, hablamos con sor Maribel Vergara, consejera de formación de las hermanas de la nueva provincia.
¿Por qué es necesaria la unificación de las provincias? El sentido de las unificaciones es revitalizar lo que somos, volver a lo más original de nuestro carisma, volver a ser en la Iglesia lo que estamos llamadas a ser. Es cierto que somos menos miembros y tenemos muchas obras, eso es otro motivo, pero no es el principal.
¿Y qué estáis llamadas a ser? El carisma de las Hijas de la Caridad es el servicio a Jesucristo en los pobres. Nosotras vivimos en comunidad fraterna y estamos llamadas a estar siempre al lado de los más pobres, los mas necesitados. Lo hacemos a través de diferentes obras, siempre buscando lo que está sin atender. Estamos en el sector de la enseñanza y en el asistencial. Tenemos, por ejemplo, un comedor social, un centro de día para personas sin hogar, un sistema de alojamiento alternativo… Pero no nos quedamos en lo puramente asistencial, sí que hay que atender las necesidades básicas al principio, pero lo importante después es que la persona salga adelante…
¿Cómo lo hacéis? Ofrecemos un servicio corporal y espiritual. La persona es una, no les damos de comer y ya, sino que, respetando creencias, les acompañamos tambien en el terreno espiritual. No lo haríamos bien si solamente nos dedicáramos a lo corporal. Eso forma parte de nuestra identidad en la Iglesia.
¿Cuál es vuestra presencia en Aragón? En Zaragoza vivimos trece comunidades y tenemos cuatro colegios, dos residencias de ancianos, (en Zaragoza y Sobradiel), y una comunidad atiende el Hospital Militar. Por su parte, Teruel cuenta con una comunidad y Andorra con otra, con diferentes tareas en el pueblo. En Barbastro tenemos un colegio y atendemos en una residencia de ancianos.
Sois una Sociedad de Vida Apostólica, ¿qué significa esto? Nacimos en el siglo XVII gracias a nuestra fundadora santa Luisa de Marillac. Cuando se pensó en la fórmula para constituirnos, vieron que si se hacían religiosas automáticamente tendrían que enclaustrarse ya que en aquella época así vivian todas las religiosas. No podrían salir a la gente, acudir a los pobres y san Vicente tenía muy clara esta misión. Por eso, al principio se constituyeron bajo la forma de una cofradía. Con el tiempo, en el marco del nuevo código de derecho canónico, nos convertimos en una sociedad de vida apostólica. La diferencia con las religiosas es que nuestra consagración no es a través de los votos. Nosotras somos Hijas de la Caridad en cuanto entramos a la compañía. Los votos los hacemos pero no es lo que nos caracteriza.
Los pobres es el gran tema del papa Francisco, de hecho acabamos de celebrar la I Jornada Mundial de los Pobres. ¿Cómo debe portarse un cristiano con ellos? Un aspecto propio en nuestro carisma es la organización de la caridad. Los cristianos tenemos que unirnos para organizar la caridad y apoyar a todas las instituciones que se dedican a atender a los necesitados. También podemos aportar bienes y, por supuesto, es muy importante el trato personal. Hay muchas maneras de mirar. No debemos olvidar que son personas, tenemos que mirarlos como lo que son, para llegar ahí les han tenido que pasar muchas cosas, que nos pueden pasar a cualquiera. Es importante mirarles bien, hablarles, saludarles. Yo siempre les saludo, les hablo, les miro y muchas veces les invito a nuestro comedor… Es importante mostrarse cercano y decirles “para mí cuentas”.
[divider]¿Sabías que…?[/divider]
- El día 27 de noviembre se celebra la fiesta de la medalla milagrosa.
- Esta medalla tiene su origen en el año 1830, cuando, la Virgen se aparece a la Hija de la Caridad Catalina Labouré y le dice que tiene que acuñar una moneda para que la gente que la llevara obtuviera su ayuda.
- Hoy la medalla está presente en todo el mundo y ayuda a la gente a llegar a Dios.
- Toda la familia vicenciana celebra esta fiesta, orgullosa de haber recibido semejante honor de la Virgen.
