Presentada la IX Campaña «Minutos de Esperanza» de la Pastoral Penitenciaria de Aragón

David López
27 de noviembre de 2025

La Pastoral Penitenciaria de Aragón ha presentado esta mañana la novena edición de la campaña “Minutos de Esperanza”, una iniciativa solidaria destinada a facilitar que las personas privadas de libertad y sin recursos puedan llamar a sus familias durante la Navidad. El acto, celebrado en Zaragoza, ha contado con la participación de Javier Muñoz, delegado episcopal de Pastoral Penitenciaria de Zaragoza y coordinador autonómico; fray Fernando Ruiz, mercedario y ex capellán del Centro Penitenciario de Teruel; y Narciso Vioque, responsable del Hogar Mercedario de Zaragoza.

Fray Fernando Ruiz, mercedario y ex capellán del Centro Penitenciario de Teruel; Javier Muñoz, delegado episcopal de Pastoral Penitenciaria de Zaragoza y coordinador autonómico; y Narciso Vioque, responsable del Hogar Mercedario de Zaragoza.

«Un año más, gracias por la sensibilidad hacia quienes viven privados de libertad»

Javier Muñoz abrió la presentación agradeciendo «la sensibilidad hacia nuestro colectivo, el de la gente privada de libertad», y la generosidad que el año pasado permitió llegar «a las 2.000 personas que hay privadas de libertad en Aragón». Recordó que esta es ya la novena edición de la campaña y subrayó que «para nosotros un pequeño donativo igual no es nada, pero para ellos es algo muy importante».

Este año, señaló, la campaña se presenta en el marco del Jubileo de la Esperanza: «Hemos querido sumarnos al Año Jubilar. Son minutos de esperanza los que queremos llevar a todos los privados de libertad».

Muñoz destacó también la participación aragonesa en el Jubileo de las Personas Privadas de Libertad, que el papa León XIV celebrará el 14 de diciembre en Roma: «En Aragón, la representación correrá a cargo del centro penitenciario de Teruel, cuyo delegado acudirá acompañado por dos internos. Es motivo de orgullo que el Santo Padre haya planificado un día especial para los privados de libertad».

Finalmente, recordó la estrecha colaboración con la familia mercedaria: «Queríamos rendir homenaje y poner en valor la gran labor que hacen fray Fernando Ruiz, Narciso Vioque y tantos mercedarios que trabajan dentro y fuera de las prisiones».

«Si no se siembra en la cárcel, solo se cosechan espinas»

Fray Fernando Ruiz, mercedario, ofreció un profundo testimonio sobre la misión de la Iglesia en las prisiones. Explicó que la Orden de la Merced nació para «redimir cautivos cristianos», y que, aunque el contexto ha cambiado, la privación de libertad sigue siendo «una extrema pobreza: la de la libertad, la de la dignidad».

Usó una imagen agrícola para describir la realidad penitenciaria: «Una persona privada de libertad está en barbecho; la sacamos de su situación normal y la privamos de libertad con la esperanza de que reflexione. Pero en un barbecho, si no siembras, no vas a cosechar más que espinas y abrojos».

Por ello insistió en que la Iglesia tiene una misión esencial: «Pretendemos hacer una presencia de Iglesia que sea liberadora y sembradora de esperanza». Y recordó que Cristo ya está en las prisiones: «A veces dicen llevar a Jesucristo a las prisiones, y eso es una tontería. Jesucristo está en las prisiones: “Estuve en la cárcel y vinisteis a verme”».

Sobre la campaña Minutos de Esperanza, explicó su importancia: «Pudimos descubrir cómo los internos sentían, primero, la invitación a vincularse con sus familias, y segundo, ese aire de calle que trae que haya personas de fuera acompañando».

Y concluyó con otra imagen campesina: «Un olivo, si no se cuida, deja de producir. Podamos la parte de libertad, pero hay que cultivar las raíces. Con Minutos de Esperanza estamos regando su relación con la familia».

«Las personas que pasan por la cárcel conviven con nosotros a diario sin que lo sepamos»

Cerró la presentación Narciso Vioque, responsable del Hogar Mercedario, un recurso residencial que ofrece acogida a personas en permisos, tercer grado o libertad condicional cuando carecen de apoyo familiar o económico.

Recordó que el hogar lleva «casi 45 años» abierto y que su labor, «silenciosa y que pasa desapercibida», ha dado frutos: «Caminamos por la calle y nos cruzamos con personas que han pasado por la circunstancia de privación de libertad y no nos damos cuenta. Nos sentamos en el autobús a su lado sin juzgarlas, porque no las conocemos. Algo bueno se ha hecho durante estos 45 años».

Vioque pidió prudencia ante los discursos sociales sobre las cárceles: «Muchas veces hablamos sin conocer. Hay delitos condenables, todos lo son, pero una condena que se cumple debería llevarnos a reflexionar qué queremos que sea una prisión y qué objetivo perseguimos».

Subrayó el derecho a una segunda oportunidad: «Creemos que la persona tiene derecho a una segunda oportunidad, y se dará si hemos acompañado de forma sincera e íntegra, desde la libertad».

El Hogar Mercedario, dijo, busca ser «un lugar de tranquilidad, de sosiego, pero también de corrección», donde se recuperan valores y se acompaña de manera integral: «Se les escucha, se les ayuda, se les atiende, pero sobre todo se les acompaña».

Y concluyó: «El Hogar Mercedario quiere ser un motivo de esperanza y de proyección de libertad».


Cómo colaborar con la campaña

Las donaciones pueden realizarse hasta el 20 de diciembre:

  • Bizum: 04294

  • Transferencia bancaria: ES57 2085 0138 3303 3063 6058

Toda la recaudación se destinará íntegramente a tarjetas telefónicas para internos sin recursos de los centros penitenciarios de Aragón, para que puedan llamar a sus familias durante la Navidad.

Fray Fernando R., Javier M. y Narciso V. junto a los capellanes de Zuera y Daroca.
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