La diócesis de Huesca celebró el miércoles 13 de abril la misa crismal en la Catedral presidida por el obispo, don Julián Ruiz Martorell y con la presencia de los presbíteros de la diócesis. Es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo y como signo de la unión estrecha de los presbíteros con él. En ella se consagra el santo crisma y se bendicen los óleos de los catecúmenos y de los enfermos. En la almazara de su aceite, en el molino de su pan, en el lagar de su vino, el Señor nos vuelve a llamar, nos hermana, nos consagra y nos envía para repartir con nuestras manos pobres la gracia de su óleo, de su sangre y de su cuerpo, dibujando con nuestros dedos la más hermosa bendición de paz.

También tuvo lugar la renovación de las promesas sacerdotales y a continuación, la procesión y la bendición de los óleos de los catecúmenos, los enfermos y el santo crisma para terminar con la liturgia eucarística.