En el segundo domingo de febrero tiene lugar, de manera habitual, la Campaña de Manos Unidas que lucha por erradicar la pobreza y el hambre en el mundo.  El pasado sábado, día 27 de enero, tuvo lugar en la parroquia de Vencillón, el acto de presentación de la Campaña de este año, que hace el número 59, y que tiene como lema “Comparte lo que importa”. Después de la oración inicial dirigida por el párroco de esta localidad, Estanislao Sekowski, y del saludo de la delegada diocesana, Inmaculada Pellicer, Victoriano Parrilla informó detalladamente de los resultados de la campaña del año pasado y se dio a conocer el proyecto que para este año ha asumido la diócesis de Barbastro-Monzón.

Posteriormente el obispo de la diócesis, Ángel Pérez Pueyo, habló a todos los presentes enmarcando los trabajos y actividades de Manos Unidas dentro del plan pastoral de la diócesis y del servicio  a los más necesitados, compromiso permanente de la misión de la Iglesia. El acto terminó con una oración final rezando todos juntos con las manos unidas el Padre nuestro y una oración en relación con el lema de este año, “Comparte lo que importa”. Terminada la oración, los participantes se reunieron en una comida de hermandad.

De Barbastro-Monzón, a la India

La diócesis de Barbastro-Monzón se ha propuesto financiar este año un programa de rehabilitación y reinserción social para niños y niñas que viven en la ciudad de Hyderabad,  capital del estado de Telangana, situada en el centro-este de la India. En esta ciudad miles de niños viven en las calles huidos de sus casas por violencia, abandono u orfandad.  Viviendo de la mendicidad y de las basuras, sufriendo abusos y malos tratos, acaban muchos de ellos en el consumo de las drogas y el alcohol. La congregación de Salesianos de Don Bosco lleva 17 años trabajando con tres centros de acogida para niños y uno para niñas gestionado por una congregación femenina.

Para ampliar su trabajo social en la calle, los salesianos solicitan a Manos Unidas ayuda para mejorar las instalaciones de sus centros educativos a partir de estas necesidades:  reparación del tejado, instalación eléctrica, construcción de un pozo y de una purificadora de agua, reparación y construcción de baños, la adquisición de veinte colchones y la alimentación de los niños durante su proceso de rehabilitación.La aportación de la Congregación es el salario de los coordinadores y el diez por ciento de los costes. Los beneficiarios serán 730 niñas y 895 niños cada año (1625 niños en total). Al frente de este Proyecto educativo y social está el padre Bellankonda Sudhakar, de la comunidad salesiana de Navajeena. El importe total del proyecto asciende a 84.495,00 €