Los Misioneros de la Natividad de María celebran el XX aniversario de su llegada a la Diócesis de Tarazona

Los Misioneros de la Natividad de María (M.N.M.) celebraron ayer los veinte años de su llegada a la Diócesis de Tarazona. Coincidiendo con la solemnidad de la Virgen de Guadalupe, patrona de su país, México, tuvo lugar la celebración de una eucaristía de Acción de Gracias en Alhama de Aragón, presidida por nuestro obispo, Mons. Vicente Rebollo.

El prelado dió las gracias a Dios por la presencia de estos Misioneros, por la ayuda que están prestando en la extensión del Reino de Dios y en la evangelización en ese trocito de la Diócesis de Tarazona que es el Arciprestazgo del Alto Jalón, y recordó que la Virgen de Guadalupe es su intercesora con el Señor, que les acompaña en su Misión en esta pequeña diócesis y les dió las gracias a ellos también. «Nos gusta hablar de María y tenerla presente», señaló D. Vicente.

En la actualidad, son cuatro los Misioneros de la Natividad de María que ejercen su labor pastoral en la Diócesis de Tarazona, en el Arciprestazgo del Alto Jalón, concretamente, en las parroquias de Alhama de Aragón, Ariza, Cetina, Torrehermosa, Contamina, Bubierca, Godojos, Pozuel de Ariza, Ibdes, Bordalba, Alconchel de Ariza, Monreal de Ariza, Calmarza, Jaraba, Sisamón, Embid de Ariza y Cabolafuente.

Ayer contaron con la compañía de diecisiete sacerdotes de la Diócesis de Tarazona, entre los que se encontraba el vicario general, Javier Bernal, el superior Local de los M.N.M. Rvdo. P. Luis Gerardo Martínez y miembros de la comunidad que está presente en España. En la misa también estuvo presente el alcalde de Alhama de Aragón, José María Castejón, y miembros de la corporación municipal.

AGRADECIDOS A LAS PARROQUIAS DONDE SIRVEN
El superior local de los M.N.M., Luis Gerardo Martínez, se ha mostrado agradecido por los años que llevan sirviendo en estas parroquias. «Agradecemos a todas las parroquias en las que hemos servido y a las que estamos sirviendo. Estamos en tierra de María y aquí también damos a conocer a María en el misterio de su Natividad y, en este día que, providencialmente, se une a la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Estas dos advocaciones marianas nos acompañan siempre en los lugares donde nos encontramos y la Virgen María es la que nos lleva a Jesús, su hijo, que en este tiempo de Adviento nos ayuda a estar a la espera de su llegada a nuestros corazones. Agradecemos a las personas que han asistido a esta celebración y que siempre nos acompañan en la fe».