La violencia contra los cristianos sigue aumentando en el mundo: la ONU recuerda la responsabilidad de los Estados

David López
26 de agosto de 2025

El pasado 22 de agosto, con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias, Naciones Unidas recordó que los Estados tienen la responsabilidad de proteger los derechos humanos fundamentales, entre ellos la libertad religiosa. Sin embargo, los datos más recientes reflejan una realidad cada vez más preocupante: la violencia contra las comunidades creyentes —y de manera especial contra los cristianos— no deja de crecer.

Una persecución extendida de África a Asia

Según el informe de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), la situación de los cristianos en numerosos países continúa agravándose en 2025. Desde Nigeria, donde los secuestros de sacerdotes y religiosos por parte de grupos terroristas se han vuelto habituales, hasta la India, donde los obispos han denunciado recientemente una escalada de ataques en la región de Orissa, las comunidades cristianas sufren persecución, violencia e intimidación.

En África, la situación es especialmente alarmante. Los últimos atentados en el este de la República Democrática del Congo han vuelto a poner de manifiesto la vulnerabilidad de las minorías religiosas, víctimas inocentes de la violencia incluso fuera de escenarios de persecución explícita. Burkina Faso se ha convertido en otro de los países más castigados por el extremismo, cuando hace apenas una década ni siquiera figuraba entre los de mayor riesgo.

La situación no es mejor en Asia, donde crece el nacionalismo etnorreligioso, ni en Oriente Medio, marcado por la inestabilidad. También en América Latina se registran violaciones crecientes de la libertad religiosa, según advierte ACN.

Si se le niega la libertad religiosa a un grupo, tarde o temprano también se le negará a otros”, subraya Marta Petrosillo, responsable del informe bienal sobre libertad religiosa de ACN, que verá la luz el próximo 21 de octubre.

Una triste clasificación

Los datos coinciden con el último informe de la asociación Puertas Abiertas, que contabiliza 380 millones de cristianos perseguidos en el mundo, frente a los 365 millones del año anterior. Corea del Norte sigue encabezando la lista de países más hostiles, seguida de Somalia, Yemen, Libia y Sudán.

Nigeria continúa siendo el epicentro de las masacres en África, con un contagio de violencia hacia los países vecinos del África Occidental. En Asia, la situación en Myanmar se deterioró a causa de la guerra civil, mientras que en Pakistán los cristianos continúan expuestos a falsas acusaciones de blasfemia. India, por su parte, confirma un retroceso en las libertades fundamentales de las minorías.

Un llamamiento a la conciencia

La proclamación de este Día Internacional por parte de la ONU es un recordatorio de que la libertad religiosa no es un derecho secundario, sino un pilar básico de toda sociedad justa. “La violencia basada en la religión no solo hiere a las víctimas directas —sean cristianas, musulmanas, judías o de cualquier otra confesión—, sino que erosiona la convivencia y la paz social en todo el mundo”, subraya ACN.

Como creyentes, la fecha del 22 de agosto nos invita no solo a recordar a las víctimas, sino también a orar y trabajar por un mundo donde cada persona pueda vivir y expresar libremente su fe, sin miedo a la persecución o a la violencia.

Desplazados tras los atentados de Navidad de 2023 en Bokkos (Nigeria). Fuente: Aid to the Church in Need (ACN)
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