El lunes, día 8 de diciembre, nuestra “Casa Familiar” se vistió de fiesta, y fiesta grande. Celebramos a nuestra patrona, la Inmaculada Concepción de María; dimos gracias por los 50 años de nuestra Congregación de HHnos Franciscanos de Cruz Blanca (“Casa y Familia”), y abrimos nuestro corazón para recibir la Gracia de Dios en este Año Jubilar de la Esperanza, con nuestros mayores, ancianos y residentes, valorando el tesoro que son, sus experiencias de vida, la sabiduría que tienen y el aporte que son capaces de ofrecer (Spes nos confundit 14). Motivos que nos llenan de alegría, de gozo y de gran fiesta.
Fue una jornada llena de emoción: compartimos una hermosa misa, un vino español para brindar juntos y una rifa que hizo sonreír a nuestros residentes. Con el Hermano Isidoro Lezcano, nuestro fundador, y con todos los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, pedimos que continuemos siendo “CASA Y FAMILIA” donde el amor y la entrega sea nuestra gratitud y tarea.
Gracias de corazón a todas las familias que nos acompañaron, por llenar la casa de cariño, cercanía y vida. Su presencia hizo que este día fuese aún más especial para quienes más lo disfrutan: nuestros mayores. ¡Gracias por ser parte de esta gran familia!
Casa Familiar la Inmaculada de los Hermanos de la Cruz Blanca
Burbáguena