La vida contemplativa – Carta del obispo de Tarazona

Vicente Rebollo Mozos
13 de junio de 2025

Este domingo, día de la Santísima Trinidad, nos unimos con especial interés a nuestras comunidades de vida contemplativa, es su día. En la diócesis tenemos cuatro monasterios, Madres Carmelitas Descalzas (Monasterio de San Jose), en Maluenda; Madres Clarisas (Convento de San Sebastián), en Borja; Madres Concepcionistas Franciscanas (Convento de la Concepción), también en Borja; Hermanas María de Betania (Comunidad María de la Asunción), en Bisimbre; y, hasta el 13 de marzo, tuvimos con nosotros a las Madres Capuchinas Franciscanas (Monasterio de la Inmaculada Concepción) en Calatayud. Las dos últimas hermanas están ahora en el monasterio de Caspe.

Hoy, rezamos de forma especial e intensa por vosotras y como nos dice el documento final del Sínodo “Miramos con gratitud a los monasterios, lugares de convocatoria y discernimiento, profecía de un ‘más allá’ que concierne a toda la Iglesia y guía el camino” (118). Os llevamos en el corazón, estáis en el corazón de la Diócesis; así nos lo pedía el Concilio Vaticano II “los institutos que se ordenan íntegramente a la contemplación, mantienen siempre un puesto inminente en el Cuerpo Místico de Cristo, en el que no todos los miembros desempeñan la misma función (Rm. 12, 4), Por mucho que urja la necesidad del apostolado activo” (Perfectae caritatis 7).

Queridas Madres y Hermanas, podéis pensar que sois pocas, así le pasa al corazón, también es pequeño en proporción al resto del cuerpo, pero es el que bombea toda la sangre, el que nutre al resto de los órganos, el que da vida, sus latidos marcan el ritmo del cuerpo, sin él no se puede vivir. Así también os sentimos en la Diócesis, sois parte imprescindible.

El lema para este año es “orar con fe y vivir con esperanza”, sirve para reconocer vuestra tarea principal, la oración y a partir de ella, sois testimonio de esperanza para la Iglesia. Esto os pedimos que hagáis por nosotros, rezar con fuerza para que crezcamos en la fe y vivamos con mucha esperanza. Con palabras del Papa Francisco, “la oración es el corazón de la vida contemplativa”.

Mostradnos, con vuestra oración a Jesús nuestra esperanza; con vuestro ejemplo de fe, enseñadnos a ver a todos como hermanos; con vuestra esperanza mostradnos el camino hacia la santidad. La esperanza nos ilumina la vida de cada día, con la certeza de alcanzar la patria definitiva el Cielo. Sólo cuando el futuro es cierto, somos capaces de comprometernos plenamente con el presente.

Me uno a las peticiones de mis hermanos obispos en el mensaje para esta jornada, que recéis con fe, os necesitamos como ‘faros’ que iluminan el camino de los hombres, especialmente de la Iglesia. Que mantengáis viva la llama de la esperanza porque contamos con vuestra comunión, participación y misión. Que escuchéis los temores y esperanzas de nuestro mundo y de la Iglesia y así se los confiéis a Dios. Sentimos lo mismo que expresó el Papa Francisco “la Iglesia aprecia mucho vuestra vida de entrega total, cuenta con vuestra oración y con vuestra ofrenda” (Vultum Dei quarere 6)

Como agradecimiento rezamos hoy por vosotras. Por vuestras necesidades, por el aumento de vocaciones, porque sigáis con firmeza el camino de la santidad.

Este artículo se ha leído 64 veces.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir
WhatsApp
Email
Facebook
X (Twitter)
LinkedIn

Noticias relacionadas