La Santa Sede ha concedido un Año Jubilar extraordinario a la diócesis de Barbastro-Monzón, entre los días 28 de marzo de 2019 al 28 de marzo de 2020, con motivo de los 400 años de la Procesión General del Santo Entierro de Barbastro. “Es un privilegio vivir este acontecimiento de gracia», resaltó el obispo diocesano, Ángel Pérez, que el pasado día 7 dio a conocer la noticia acompañado de la presidenta de la Junta Coordinadora de las Cofradías de la Semana Santa barbastrense, Silvia Peropadre, y de su predecesor, Jesús Gracia. “La Semana Santa hace de la calle un templo que visibiliza el mayor misterio de amor que la humanidad haya podido vivir”, subrayó Ángel Pérez.
Durante este Jubileo, se concederá la indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas de confesión, comunión y oración por el Papa, a aquellos fieles cristianos que participen el 31 de marzo en la eucaristía de apertura del Año Jubilar que concelebrarán Ángel Pérez, el obispo emérito Alfonso Milián y el que fue obispo de esta diócesis, el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que impartirá la bendición papal. La indulgencia también llegará a quienes asistan devotamente a las celebraciones litúrgicas de Jueves Santo, Viernes Santo y Vigila Pascual en la Catedral y las iglesias de San Francisco y San José de Barbastro. Además, la Junta Coordinadora de Cofradías ha preparado un amplio programa conmemorativo, con actos litúrgicos, religiosos y culturales, parte de ellos “con carácter solidario”, destacó Peropadre.
Las actividades preeliminares están en marcha, con la exposición “75 años del paso del Santo Sepulcro; 75 años del resurgir de la Semana Santa de Barbastro”, instalada en la sala de temporales del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón hasta el 24 de marzo. Durante estos días, el paso del Santo Sepulcro estará expuesto al culto en la iglesia de San Francisco de Asís. También en el Museo se desarrolla el ciclo musical “Viernes de Cuaresma” que abrió el pasado viernes Isabelle Lagors y completarán los días 15 y 22 la Coral Barbastrense y el Aula de Canto de la Escuela de Música y Danza de Barbastro.
El Año Jubilar se iniciará el día 28, con la oración por el Jubileo en la capilla del Pilar de la Catedral, seguida de una mesa coloquio sobre la figura del barbastrense Pedro de Ruesta, arquitecto, escultor y prior de la Cofradía de la Vera Cruz, impulsor de la primera Procesión General Santo Entierro. El sábado 30, se ha programado un concierto inaugural en la Catedral de Barbastro, con la Orquesta de Cámara de Huesca, la Coral Barbitanya, y los solistas Vanesa García, Beatriz Gimeno y María Murillo.
Al día siguiente tendrá lugar la “Procesión Extraordinaria” con el Paso del Santo Sepulcro, con motivo del 75 aniversario de su bendición y del 400 aniversario de la procesión general del Santo Entierro, que dará paso, a mediodía, a la solemne eucaristía por la apertura del Año Jubilar, concelebrada por los tres últimos obispos de la diócesis de Barbastro Monzón. La clausura llegará en 2020, el domingo 29 de marzo, con una Eucaristía en la Iglesia de San Francisco de Asís.
Un año de aniversarios
“Nosotros somos modestos recogedores del testigo”, aseguró Jesús Gracia, reconociendo la labor de los “que nos han precedido, impulsando las procesiones y haciendo posible que hoy estemos aquí, celebrándola, y logrando una mejora que la sitúa en el panorama nacional”. Esa primera Procesión General, en el año 1619, fue impulsada por Pedro de Ruesta, prior de la Vera Cruz, y salió adelante “gracias a la unión de voluntades que decidieron participar de forma conjunta en una procesión”. Pero no es este el único aniversario que se celebra en 2019, puesto que cumplen 75 años otros tres hitos históricos. El primero, la reorganización de la Hermandad del Santo Entierro, que era la que organizaba esa procesión antes de la Guerra Civil, “con lo que supuso de recuperación del espíritu cofrade en Barbastro”. El segundo, la adquisición y bendición paso del Santo Sepulcro por Elías Corvinos, párroco de San Francisco, que fue uno de los puntales de esa recuperación. Y el tercero, el inicio de la fundación de las actuales cofradías con la que arrancó en primer lugar, la del Nazareno, a la que luego sucederían el resto, con las adquisiciones de pasos y actividades.