La Guardia Civil de Tarazona celebra la fiesta del Pilar en la Catedral y gana el Jubileo

Marta Latorre
13 de octubre de 2025
Este domingo 12 de octubre, la Catedral de Tarazona se ha vestido de solemnidad para conmemorar la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, con una misa presidida por el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, y con una procesión por las calles de la ciudad con la imagen de la Virgen portada a hombros de guardia civiles. La celebración ha reunido a miembros del cuerpo de la Guardia Civil de Tarazona, representantes de otros cuerpos de seguridad del Estado, así como a la corporación municipal bajo mazas, en una jornada marcada por la devoción, el reconocimiento y el espíritu de servicio.
Misa presidida por el obispo y palabras de esperanza
La ceremonia religiosa ha sido presidida por el obispo de Tarazona, quien en la homilía  ha invitado a los presentes a “buscar consuelo y apoyo en la Virgen en los momentos difíciles”, recordando que “en ella podemos encontrar el amor de Dios reflejado”. En el marco del Año Jubilar, el obispo ha animado a los guardias civiles a preguntarse “para quién puedo ser yo esperanza”, destacando su labor como transmisores de paz, fortaleza y seguridad.
Procesión solemne con la Virgen del Pilar
Tras la eucaristía, se ha llevado a cabo una procesión por las calles de Tarazona con la imagen de la Virgen del Pilar, portada a hombros por los propios guardias civiles. Al finalizar el recorrido, la banda de música de Tarazona ha interpretado el himno nacional de España, en un momento de gran emoción compartida por todos los asistentes.
Cierre con himno de la Benemérita
La imagen de la Virgen ha regresado a la Catedral, donde el Coro de la Catedral ha entonado el himno de la Benemérita, cerrando así una jornada cargada de simbolismo, fe y gratitud. La celebración ha reafirmado el vínculo entre la comunidad, la fe y el servicio público, en una fecha que une tradición y compromiso.
Jubileo y entrega de diplomas
Los miembros de la Guardia Civil que han participado en la celebración han ganado el Jubileo, y como reconocimiento, el obispo les ha entregado un diploma acreditativo. Este gesto ha simbolizado no solo el valor espiritual del acto, sino también el agradecimiento por su compromiso con el bien común y la libertad.

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