La Conferencia Episcopal difunde las ‘Letanías en honor de san José’

Diócesis de Zaragoza
2 de julio de 2021

La Comisión Permanente aprobó en su reunión del 22 y 23 de junio de 2021 el texto latino y las traducciones al español, catalán, euskera y gallego de las letanías en honor al santo patriarca.

En el contexto del año de San José, convocado por el papa Francisco por el ciento cincuenta aniversario de su declaración como patrono de la Iglesia universal, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos comunicó a los presidentes de las conferencias episcopales la actualización de las ‘Letanías en honor de san José’, aprobadas en 1909 por la Sede Apostólica, añadiendo siete invocaciones tomadas de las intervenciones de los papas que han reflexionado sobre algunos aspectos de la figura del patrón de la Iglesia universal.

Las invocaciones añadidas, aprobadas por el papa Francisco, son las siguientes: «Custodio del Redentor» (cf. san Juan Pablo II, exhort. apost. Redemptoris custos); «Servidor de Cristo» (cf. san Pablo VI, homilía del 19.III.1966, citada en Redemptoris custos, n. 8 y Patris corde, n. 1); «Ministro de la salvación» (san Juan Crisóstomo, citado en Redemptoris custos, n. 8); «Apoyo en las dificultades» (cf. Francisco, carta apost. Patris corde, prólogo); y «Patrono de los exiliados», «Patrono de los afligidos» y «Patrono de los pobres» (Patris corde, n. 5).

La Santa Sede confió la tarea de traducir las Letanías a las lenguas de su competencia y publicarlas. Por ello, la Comisión Episcopal para la Liturgia procedió no solamente a la traducción de las siete nuevas intenciones, sino a la traducción completa de las Letanías, ya que no había un texto oficial en español ni en las distintas lenguas cooficiales.

La nueva edición de las letanías puede descargarse en la web de la Conferencia Episcopal Española.

Una oración a san José

El papa Francisco concluye su carta apostólica Patris Corde con esta oración para «que crezca el amor a este gran santo, para ser impulsados a implorar su intercesión e imitar sus virtudes, como también su resolución».

A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.

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