Con la sorpresiva vuelta de la Virgen al retablo de la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Vera de Moncayo, concluyeron las celebraciones que durante todo el mes de agosto se han llevado a cabo en esta localidad de la Diócesis de Tarazona con motivo del 750 aniversario de la fundación de su iglesia.

La llegada de la Virgen tuvo lugar al finalizar la eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, y concelebrada por el párroco, José Luis Sofín. El prelado hizo que se leyera la carta en la que el alcalde y el párroco solicitaban la vuelta a la iglesia de la Virgen que había estado alli hasta 1929 y que se encontraba en el Seminario. Tras la lectura, D. Eusebio anunció que accedía a la petición y que la Virgen volvía ese día a Vera. Y así fue. Mientras la Coral Turiasonense cantaba el himno a la Virgen de Veruela, hacía entrada la imagen de entre la sorpresa general de los asisitentes.

Sin duda, fue el broche final a un aniversario que ha llenado de actos a la localidad moncaína durante el mes de agosto y en el que sus vecinos se han implicado de una manera muy destacada.

El alcalde de Vera con el obispo y la Virgen. Foto: Centro de Estudios Borjanos

Jesús Criado, quien en una de las charlas organizadas dentro de los actos programados por este aniversario se refirió a esta imagen renacentista, explicó la importancia que tiene pues estuvo en el retablo mayor del Monasterio de Veruela y fue uno de los pocos elementos que se salvaron de la pieza original tras la Desamortización.

Después de las palabras del historiador, el Sr. Obispo, el alcalde de Vera y el párroco firmaron el documento por el cual el Obispado cede en depósito la imagen.

EUCARISTÍA Y HOMENAJE
La clausura de los actos organizados por el 750 aniversario de la fundación de la iglesia en Vera comenzó con la eucaristía en la que participó la corporación municipal con su alcalde, Ángel Bonel, a la cabeza; el presidente de la Comarca de Tarazona y el Moncayo, Alberto Val, y el diputado provincial, Feliciano Tabuenca.

Entrega de diplomas a los miembros de la Cofradía. Foto: Centro de Estudios Borjanos

El obispo destacó en su homilía la implicación de los vecinos en la organización de esta celebración y se dirigió a los miembros de la Cofradía de la Sangre de Cristo -a los que se les rindió un homenaje con una entrega de diplomas-, a quién les instó a que están atentos a las necesidades del prójimo y les pidió que sean misioneros siendo transmisores del Evangelio a los demás.

Tras la misa hubo varias intervenciones para hacer balance de lo acontecido en torno a este aniversario que ha llenado de conferencias, música, historia y actos religiosos a la localidad de Vera de Moncayo durante todo el mes de agosto.