El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón muestra la diversidad de su comunidad cultural

Ascen Lardiés
19 de mayo de 2020
Con el lema “Museos por la igualdad: diversidad e inclusión”, el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón ha celebrado el Día Internacional de los Museos apostando por el carácter integrador de este espacio como punto de encuentro para celebrar la diversidad de perspectivas que conforman las comunidades y el personal de los museos, así como promover herramientas para identificar y superar los prejuicios en lo que los museos muestran y en las historias que cuentan. Así, a través de vídeos cortos estrenados en redes sociales, han presentado la producción «La comunidad que da vida a nuestro Museo», con testimonios de visitantes, personal y voluntarios, sin olvidar que el respaldo de la Asociación de Amigos es fundamental para el funcionamiento y la vida cultural del Museo.

El antiguo Palacio Episcopal es un edificio accesible para los visitantes: físicamente, auditivamente, visualmente y desde el punto de vista cognitivo. Una de las líneas actuales de trabajo del Museo es precisamente mejorar esta accesibilidad, para poder llegar a muchas más personas. Sus salas hablan de diversidad e integración porque no solo encontramos obras de diferentes estilos y épocas sino también obras que aúnan culturas fusionándolas en una sola pieza, como la mitra de san Victorián formada por tejidos cristianos y musulmanes, o bien obras de diferentes culturas (cristiana, musulmana, romana…), resumiendo un encuentro entre civilizaciones y una síntesis entre culturas. La colección del museo cuenta una historia de integración y diversidad, que no es sino la muestra de la historia que esta Diócesis ha vivido a lo largo de los siglos.


El Museo prepara su reapertura
Su subdirectora, María Puértolas, subraya como el COVID 19 «nos pone en la tesitura de volver a abrir con nuevas propuestas para que el Museo siga siendo un referente cultural y no pierda su esencia, pero que a la vez pueda mostrarse más integrador y accesible. Este es uno de los objetivos que el Museo Diocesano Barbastro-Monzón se había marcado para el 2020». Es el año de su décimo aniversario y «la realidad nos hace revisar nuestros planteamientos y propuestas para adaptarlos a las nuevas necesidades. Es un momento de oportunidad, de intentar mejorar y poder llegar mejor a nuestros visitantes. Vamos a apostar por visitas de calidad, hechas con sosiego, que supongan una experiencia intensa y profunda y que huyan de las aglomeraciones. Un paseo por sus salas que nos permita llenarnos de emoción, belleza, historia y patrimonio.»

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