El juicio civil por las 111 obras de Aragón retenidas en Lérida queda visto para sentencia

Iglesia en Aragón
20 de mayo de 2019

Se espera que el proceso ponga fin a la problemática que se inició en 1995 al modificarse los límites de las diócesis de Lérida y Barbastro. El Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica ya dio la razón a las parroquias aragonesas, pero no se llegó a ejecutar la sentencia. 

El 17 de mayo quedó listo para sentencia, tras dos días de vista oral, el juicio civil con el que la diócesis de Barbastro-Monzón espera recuperar las 111 piezas de arte sacro que se encuentran en depósito en el Museo de Lérida. El objetivo es poner fin a una problemática que se inició en 1995, con la modificación de los límites de las diócesis de Lérida y de Barbastro, lo que suponía un cambio en la situación patrimonial de bienes artísticos que habían sido trasladados desde diferentes parroquias aragonesas hasta el Museo Diocesano de Lérida para su estudio y difusión.De acuerdo con el decreto Illerdensis-Barbastransis de finium mutatione, de 15 de junio de 1995, el patrimonio de las parroquias aragonesas transferidas de la diócesis de Lérida a la de Barbastro-Monzón debía retornar a las parroquias propietarias. Se inició a tal fin un largo proceso eclesiástico en el que, en diferentes instancias [la última fue el decreto definitivo del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica] se estableció en resolución firme que las 111 piezas que se reclaman estaban en el Obispado de Lérida a título de depósito y no de propiedad y se obligaba la devolución al Obispado de Barbastro.

Dignidad y justicia

Al no lograr ejecutarse lo dictado por la Iglesia y tras agotar todas las vías de diálogo posibles, el actual obispo de Barbastro-Monzón, D. Ángel Pérez Pueyo, decidió acudir a los tribunales civiles como última alternativa para que se hiciera justicia. “He intentado el diálogo por todos los medios, pero no ha podido ser. Es un momento triste y hubiera deseado no llegar hasta aquí”, explicó a los periodistas monseñor Pérez Pueyo al entrar en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barbastro, donde declaró como testigo ante el juez Carlos Lobón, al igual que el obispo emérito D. Alfonso Milián y el obispo de Lérida, D. Salvador Giménez.

Además, D. Ángel Pérez recalcó que no estaba a título personal, sino en representación de 44 comunidades cristianas, en alusión a las parroquias de su diócesis que son propietarias de los 111 bienes. “Me siento muy orgulloso de haber puesto voz al pueblo del Aragón oriental que tiene retenido su patrimonio artístico. Ahora tan solo nos queda confiar en la justicia”, concluyó.

El litigio se condensa en 36 tomos con 25.000 folios y 1.017 documentos.

El antecedente de Sijena 

Por su parte, Joaquín Guerrero, el abogado de la diócesis de Barbastro-Monzón, mantuvo que las sentencias de la Iglesia tienen valor en España y que “no hay ningún documento de compraventa que acredite las compras o permutas a las que hace referencia la parte contraria”. En este sentido, el letrado del Gobierno de Aragón, Alberto Gimeno, personado en el juicio como coadyuvante, señaló que se trata de un caso con similitudes al de los bienes de Sijena, puesto que “no deja de ser un depósito de piezas en el Museo de Lérida que no están acreditadas en modo alguno”.

La propia diócesis ilerdense, que en el juicio defendió la propiedad de 83 de los bienes reclamados, reconoció el 31 de octubre de 2018 en un acto de conciliación que los bienes pertenecían  en su totalidad a Barbastro-Monzón, pero que no podía devolverlos porque se encontraban retenidos en el museo.

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