La figura de San Ramón, patrón de la diócesis de Barbastro-Monzón y de la ciudad de Barbastro, cobra nueva vida gracias a la obra de José Antonio Adell. Este prolífico escritor y profesor tamaritano, conocido por su extensa labor en el campo de la etnografía e historia, presentará su último libro, «Pugna entre Mitras», el próximo 18 de junio a las 19:00 horas en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón. Lo hará acompañado del obispo, Mons. Ángel Pérez Pueyo, y del alcalde de Barbastro, Fernando Torres.
El libro, cuyo título ya insinúa los conflictos que marcaron la época, arranca con la célebre expulsión de San Ramón de la sede episcopal en 1116, que los barbastrenses recrean con el encendido de hogueras en la víspera de su fiesta. La portada, obra del artista binefarense Juan de Pano, ilustra el mapa rasgado de la provincia de Huesca flanqueado por dos mitras, símbolo de las tensiones episcopales y territoriales que caracterizaron la Edad Media. Adell destaca que la provincia de Huesca, con sus cinco catedrales —Jaca, Huesca, Barbastro, Roda y la concatedral de Monzón—, es un caso único en España, herencia de una compleja división diocesana medieval.
Para el obispo de Barbastro-Monzón, san Ramón fue «un obispo no al uso», una expresión acertada, a juicio de Adell. Y es que su vida estuvo marcada por constantes viajes a Roma para mediar en conflictos religiosos y territoriales, actuando como delegado papal. El autor subraya la singularidad de san Ramón, quien, a diferencia de otros obispos de su tiempo como Esteban de Huesca (con quien mantuvo una notoria pugna), se dedicó a visitar parroquias, consagrar templos y realizar numerosas obras de caridad, apoyando incluso a judíos y musulmanes. Esta faceta humanística y pastoral queda reflejada en su ajuar funerario, que incluye una jaculatoria árabe, símbolo de su visión integradora en un periodo de reconquista.
«Pugna entre Mitras» no solo aborda los enfrentamientos con el obispo Esteban y el rey Alfonso I el Batallador, quienes lo desterraron de su sede, sino que también revela aspectos poco conocidos de la época, como el poder de los monasterios y las continuas disputas territoriales entre diócesis y abadías. Adell, al escribir esta novela a las puertas del 900 aniversario de la muerte del santo, segundo obispo de la Diócesis de Barbastro-Roda, tras san Poncio, busca acercar a un público más amplio su figura, cuyo sorprendente legado rebasa territorios y épocas.