Contar con esperanza: Esther Puisac, periodista de Aragón TV, reflexiona sobre la comunicación de la fe

David López
31 de mayo de 2025

El domingo 1 de junio se celebra la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el lema: «Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones». Una invitación a narrar desde la cercanía, la verdad y la luz.

Esther Puisac, periodista de Aragón Televisión, ha informado sobre vida consagrada en nuestra comunidad y ha cubierto el funeral del Papa Francisco y el cónclave en Roma.

Foto: David Calvo

Esther, en los últimos tiempos has cubierto varias informaciones relacionadas con la Iglesia en Aragón desde Aragón Televisión. ¿Cómo ha sido tu experiencia como periodista en este ámbito?

Informar sobre asuntos de Iglesia permite en ocasiones contar cosas que la audiencia no religiosa no conoce. En noviembre hicimos un reportaje sobre monjas en Aragón y ha sido uno de los más vistos de la temporada. Dimos a conocer a personas maravillosas como las carmelitas descalzas de Las Miguelas en Huesca. Recientemente he podido cubrir en Roma el funeral del Papa Francisco y el cónclave y elección del nuevo Papa. Junto con mis compañeros de informativos Marimar Viñuales, Sergio Fernández, Diego Morales y David Calvo, además de con Blanca Escorihuela y Jorge García en programas, ha sido un trabajo de gran responsabilidad y hemos aprendido mucho. Medios de todo el mundo informando a tu lado en distintos formatos, el enorme dispositivo del Vaticano para estos actos, las delegaciones diplomáticas, la seguridad…Personalmente, enfoqué mi trabajo en trasladar a la audiencia aragonesa lo que se sentía allí. Los directos eran importantes para transmitir lo intangible: las multitudes, las dimensiones, el recogimiento, el sentimiento de los fieles…Ha habido momentos difíciles también. Pero en general ha sido una experiencia inolvidable.

¿Qué diferencias encuentras a la hora de informar sobre temas religiosos frente a otros ámbitos más habituales de la actualidad?

Lo religioso es lo que conecta cada alma con la sociedad. Si siempre hay que ser rigurosos, en este tema la sensibilidad es mayor. Para las personas muy religiosas tienes que conocer de qué estás hablando, y que no dé una sensación de estar hablando de celebraciones, o de momentos litúrgicos como si fuera algo exótico. Y al mismo tiempo, nos dirigimos también a personas no religiosas. A ellas hay que explicarles de manera sencilla por qué esa noticia es importante también para ellos, o qué historia tiene detrás que puede interesarles. El ejemplo más evidente es la Semana Santa. Tienes que hablar con propiedad de cada paso, de cada cofradía, y explicar qué significan las escenas que vemos, qué hay detrás para dar un contexto en el que tenga sentido.

En tu trabajo, ¿qué importancia das al lenguaje, a los matices y a la sensibilidad cuando se abordan cuestiones de fe o de Iglesia?

El lenguaje es nuestra herramienta de trabajo. En televisión manejamos tres: el idioma, y  los lenguajes visual y sonoro. Y hay que trabajar bien los tres. Explicar bien, y acompañar bien ese mensaje con la imagen y el sonido. Los templos y muchas de las actividades de la Iglesia están creadas para esos tres lenguajes.

¿Alguna historia o testimonio que hayas cubierto recientemente te ha tocado especialmente? ¿Puedes compartirla con nosotros?

Trabajar en Valencia para la DANA me dejó emocionalmente tocada. Sentí que con mi trabajo no pude explicar todo lo que había allí. Sí que creo que trasladamos el amor de miles de voluntarias y voluntarios que se dejaron la piel.

El Papa Francisco insistía mucho en que los comunicadores no se limiten a contar lo que va mal, sino que también pongan el foco en quienes construyen. ¿Crees que esto es posible desde un medio generalista como Aragón TV?

Por supuesto. Es nuestra obligación denunciar las cosas mal hechas. El control del poder es uno de los fines del periodismo. Pero también contamos muchas historias positivas. Y sobre todo en nuestra comunidad, creo que Aragón TV ha contribuido a construir algo muy importante: ha permitido que los aragoneses conozcamos más lo nuestro y aprendamos más a valorarlo. Y eso es algo que todavía tenemos que seguir construyendo.

¿Qué papel crees que tiene la Iglesia en el espacio público hoy, especialmente en Aragón? ¿Cómo se percibe desde los medios?

En Aragón la Iglesia sigue teniendo un papel destacado. El lugar más visitado de la comunidad es el Pilar. Al lado está la Seo. Acaba de abrirse la zona de museo del Monasterio de Sijena. No se concibe nuestra historia sin San Juan de la Peña. Y nuestro calendario lo marcan cientos de celebraciones religiosas. Los movimientos cristianos de base impulsados en los 70 siguen una labor social impresionante en barrios, ciudades y pueblos. Esto último también es Iglesia y mucha gente no lo sabe.

En una época de descrédito generalizado, ¿qué puede hacer el periodismo para recuperar la confianza de los ciudadanos? ¿Y qué puede aportar la Iglesia en ese esfuerzo común?

Tenemos que identificar qué temas interesan de verdad a la sociedad. En lugar de hablar de este ambiente de conflicto, emponzoñado para crear sensación de confusión a la sociedad, debemos hablar de las dificultades de acceso a vivienda, de que la juventud no puede tener hijos hasta los 35, que el sistema capitalista está ahogando a la sociedad con el estrés y al aire, tierra y agua de la que vivimos con la contaminación, que aquí no hay población y a pocos km se mueren de hambre o los matan por guerras. Todos queremos las mismas soluciones. La Iglesia puede ayudar a discernir. A ayudar a los fieles a obviar el ruido e ir a la esencia: ama al prójimo como a ti mismo.

¿Cómo vives personalmente esta tarea de comunicar? ¿Hay alguna motivación interior que te empuje a ejercer tu oficio de una determinada manera?

El valor que aplico en mi trabajo sobre todo es la honradez. Es mi manera de ganarme la confianza de la audiencia con la finalidad de que se informen bien. Trabajo para hacer pensar y romper los clichés que nos separan y nos paralizan.

Por último, ¿qué desearías a quienes comunican desde la Iglesia en esta jornada dedicada precisamente a la comunicación?

En primer lugar decir a los aragoneses que tenemos mucha suerte con las y los profesionales que se encargan de la comunicación en Aragón. Ha habido un cambio importante y eso nos facilita el trabajo. Creo que la comunicación interna dentro de la propia Iglesia ya funciona. Ahora hay que salir de los templos. La Iglesia tiene muchas cosas buenas que contar a toda la sociedad. Hay que buscar los mensajes que conecten con la gente: obra social, espiritualidad, historia, arte, tradiciones, territorio… El Papa Francisco instaba a abrir las puertas para que Jesús pueda salir. Mi profesora, la madre Isabel Martín-Tesorero, dominica del Rosario ya fallecida, decía “la Iglesia siempre ha ido un paso por detrás del carro de la Historia”. Con lo rápido que nos movemos, la Iglesia debe acelerar para no quedarse dos pasos por detrás.

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