César Gómez: «Es necesario que los jóvenes reflexionen sobre la importancia de Dios en sus vidas».

César Augusto Gómez García es el nuevo delegado de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Tarazona. Como nos cuenta él mismo nació en Amatitlán a pocos kilómetros de la capital de Guatemala. «Vine al seminario de la Inmaculada de Tarazona, por primera vez, en 2007.   Unos años después vuelvo a Tarazona, por segunda vez, en el año 2011 para concluir mis estudios Teológicos».  Fue ordenado sacerdote por D. Eusebio, nuestro obispo, en la Catedral de Tarazona en 2014, «el 27 de septiembre, fiesta de San Vicente Paúl, junto a otros dos compañeros sacerdotes, D. Jose Carlos y D. Bayron David,  que también sirven con generosidad en nuestra Diócesis», indica. El sacerdote destaca que ha recorrido «como seminarista y sacerdote», los arciprestazgos del Alto Jalón, Huecha, Tarazona y actualmente Bajo Jalón. Es el párroco de Illueca, Gotor y Oseja.

¿Qué objetivos y retos se ha marcado como responsable de Pastoral Juvenil?
En nuestra Diócesis de Tarazona hay jóvenes que trabajan en la pastoral de las parroquias, en los movimientos eclesiales y cofradías, otros se desplazan a sus hogares durante el fin de semana después de estudiar o trabajar y hay quienes vienen en fechas señaladas, pero todos son parte de nuestra pastoral parroquial y de la pastoral juvenil de Tarazona. Uno de mis primeros objetivos es promover la cercanía, el conocerlos y el animarlos a vivir la fe en nuestra Diócesis; luego un seguimiento de su vivencia de fe en sus parroquias para vivir con alegría los años de juventud.
Proponer nuestra fe cristiana a los jóvenes no solamente incluye un momento kerigmático -el anuncio de Jesús como salvador-, sino también acercarlos a los hermanos y los más necesitados.

-Acaba de ser nombrado delegado del Secretariado de Pastoral Juvenil y ya le toca organizar las Javieradas, que llevan dos años sin celebrarse. ¿Se va a hacer algo especial?
Retomamos las Javieradas, y es un momento oportuno de darle gracias a Dios por su amor y el don de la vida que nos concede, después de estos momentos difíciles que nos ha tocado vivir. Invitamos a todos los jóvenes de la Diócesis de Tarazona a participar, porque conmemoramos el IV centenario de la canonización de San Francisco Javier, lo que nos anima a que sea especial nuestra presencia, después de dos años que no hemos podido peregrinar. Es nuestro corazón, joven y agradecido, lo especial de esta Javierada, es volvernos a ver, volver a compartir, sentirnos unidos a San Francisco Javier.

-¿Qué les diría a los jóvenes para que tomen parte de la Javierada?
En esta primera vez que me dirijo a los jóvenes, usar las Palabras del Papa Francisco: “Dios te ama”. Sí, ya lo escuchaste, no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado. (CV112). Es por amor que nos movemos, que caminamos juntos con Javier y que su espíritu misionero nos empuje a vivir la cercanía de Dios, para acercarnos a los nuestros que también nos necesitan y formamos parte importante en su camino.

César Gómez con la Catedral de Tarazona detrás

-¿Se ha pensado ya en alguna actividad para este curso?
En este 2022 queremos volver a vivir la experiencia de los Campamentos Diocesanos en el Seminario de Tarazona y también participar del año Compostelano (prorrogado), realizando el Camino de Santiago con jóvenes de toda de Europa, del 29 de julio al 9 de agosto, que será una antesala la JMJ del año 2023. Más adelante retomaremos los encuentros con los colaboradores de los arciprestazgos y con los confirmandos de los arciprestazgos.

-Los chicos y las chicas en cuanto se confirman suelen abandonar la Iglesia ¿qué se puede hacer para que la Iglesia les resulte atractiva?
Como párroco les tengo en cuenta sus tiempos para que no se desliguen totalmente de la Iglesia. Sabemos que tienen sus tiempos de estudio o trabajo, de estar con su familia y de ir con los amigos, pero también es necesario hacerles reflexionar sobre que Dios es importante en su vida. No todos suelen aceptarlo, es un gran reto para la Pastoral Juvenil de nuestra Diócesis. Además, seguiré el camino de los sacerdotes y las religiosas que han llevado esta delegación pastoral por años y que han dejado un legado importante para el encuentro de los jóvenes con nuestro Dios y así darle continuidad a lo que ya se ha trabajado.
No hay nada nuevo, no hay una fórmula mágica, pero sí podemos acércanos sin miedo a los jóvenes, proponerles seguir a Jesús, hacerles conocer lo maravilloso de la vida y el amor de Dios, y cuando todas las puertas parece que se cierran, allí está “Jesús feliz, desbordante de gozo. Alégrate con tu amigo que triunfó” (CV 126).
Agradezco a nuestro obispo D. Eusebio la confianza para llevar la dirección de esta delegación y pido a todos vuestra oración para que el entusiasmo y la alegría con que he empezado, irradien en los corazones de los jóvenes de nuestra Diocesis, el querer seguir a nuestro Señor Jesucristo.