Cáritas Diocesana de Zaragoza lanza, como cada Navidad, una llamada a la solidaridad y al compromiso de la ciudadanía con los más desfavorecidos. Tener una vida digna, acceder a los derechos humanos, vivir en paz, con seguridad, tener un hogar, un empleo, acceder a una buena educación y a la protección de la salud, no debería ser una cuestión de suerte. No deberíamos ampararnos en la probabilidad ni en el azar para justificar tener o no tener derechos y dignidad. Con la campaña “Hagamos que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte”, Cáritas propone celebrar una Navidad en la que la vivir con dignidad sea un propósito, una opción, una realidad y no una cuestión de suerte.
LA REALIDAD DE LA EXCLUSIÓN EN ARAGÓN
El IX Informe Foessa, cuyo análisis regional Cáritas presentó en noviembre, confirma un panorama desalentador en el que la soledad, el problema de la vivienda, el empleo o las migraciones, se convierten en talones de Aquiles de una sociedad fragmentada, temerosa e individualista, que parece ir a la deriva de una clase política que emplea más tiempo en alimentar la crispación, el conflicto y el echar la culpa al adversario, que en gestionar lo común y el servicio a la ciudadanía. Pero la realidad es la que es y no podemos eludirla.
Según el FOESSA, de 2018 a 2024, en Aragón ha aumentado el número de personas que se encuentran en una situación de exclusión y lo ha hecho en una proporción mayor que en el resto del Estado. Esto significa que, en 2024, alrededor de 300.000 personas vivían en condiciones de exclusión. En datos globales, un 22,9% de la población de Aragón está en exclusión, de ese porcentaje un 10,8% sufre procesos de exclusión severa y un 12,1% se halla en situación de exclusión social moderada.
Las problemáticas de exclusión más frecuentes se relacionan con la insuficiencia de recursos económicos para ejercer derechos sociales, como el acceso a la vivienda o a la salud: los gastos excesivos de vivienda afectan al 18,4% de la población aragonesa; y las dificultades económicas para acceder a tratamientos médicos o medicamentos afectan a una proporción similar, 18,2%. En cuanto al empleo, a pesar de los datos positivos en tasa de empleo y ocupación, hay que señalar que las situaciones de exclusión social en este ámbito afectan a un 15% de la población aragonesa. Esto significa que más de 200.000 personas en Aragón han de hacer frente a problemas de exclusión social en el ámbito del empleo.
En concreto, en el período comprendido desde enero a septiembre de este año, casi 1.000 personas -a pesar de tener trabajo- se han visto abocadas a solicitar apoyo a Cáritas ante la imposibilidad de cubrir necesidades básicas.
Según indica el Informe FOESSA regional, el modelo aragonés de garantía de ingresos está dando una respuesta muy limitada a las necesidades económicas de la población en situación de pobreza. La cobertura de la renta mínima aragonesa se ha reducido claramente desde la entrada en vigor del IMV y la PACIMV.
Ante esta realidad, “nos situamos ante una encrucijada. Podemos seguir por el camino actual, el del individualismo, la desigualdad y la insostenibilidad. O podemos elegir un cambio de rumbo y apostar por el cuidado mutuo, la justicia y la responsabilidad compartida. Ese es el camino que, desde FOESSA y Cáritas, creemos posible y necesario”, ratifica Carlos Gómez Bahillo, director de Cáritas Diocesana de Zaragoza.
MUCHO QUE DECIR
Tal y como indica el FOESSA, el empleo continúa siendo una dimensión afectada y un factor de exclusión. Un 45,9% de las personas que atendemos en Cáritas Zaragoza se encuentran en situación de desempleo, pero también queremos alertar del incremento de personas acompañadas que acuden a Cáritas a pesar de tener un trabajo. La cifra alcanza a casi 1.000 personas (un 13% del total de las personas que acompañamos). Ello habla de precariedad, inestabilidad y malas condiciones. Cáritas no puede permanecer impasible ante estas situaciones de extrema vulnerabilidad causadas por el empleo precario y el desempleo, donde las personas viven en la inestabilidad e incertidumbre y se ven abocadas a acudir a entidades como Cáritas. Hagamos que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte.
Frente a los retos del desempleo y de la precariedad laboral, Cáritas Diocesana de Zaragoza apuesta por impulsar programas e iniciativas que promuevan una mejor capacitación e inserción en el ámbito laboral. Desde la Fundación por la Inclusión social han acompañado en programas de orientación y búsqueda activa de empleo, un total de 954 personas (579 mujeres y 375 hombres). Y a 27 personas en itinerarios de inserción; de las cuales 9 eran contratos iniciales de inserción y 18 continuaban en proceso.
Por otro lado, ante el incremento exponencial del coste de la vivienda, en los tres primeros trimestres de 2025, Cáritas ha apoyado en la diócesis de Zaragoza a más de 600 hogares con ayudas económicas que superan los 430.000 euros para hacer frente a gastos relacionados con el pago de hipoteca, alquiler, realquiler, equipamiento y suministros básicos. Es destacable que casi las tres cuartas partes de las personas que acompaña la entidad diocesana viven de alquiler o en una habitación (74,6%); a lo que hay que sumar que un 3,5% están en viviendas cedidas y un 8,7% son acogidos temporalmente en domicilios particulares. Cáritas observa con preocupación cómo, en 2025 se ha mantenido el incremento de hogares en régimen de realquiler, que supone ya el 40,9% de los hogares que atendemos y que en este régimen de tenencia viven 620 menores.
Ante la preocupante falta de vivienda accesible, Cáritas Zaragoza está realizando un análisis exhaustivo tanto de las realidades que acompaña en este ámbito como de los recursos existentes en Zaragoza. A partir de ese diagnóstico, quiere plantear una propuesta, en coordinación con otras entidades de la iglesia diocesana, que sea testimonio concreto de una alternativa real y esperanzadora para familias que, de otro modo, no podrían acceder a una vivienda digna.
MUCHO QUE AGRADECER
Según una estimación de los datos recogidos, en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2025, Cáritas Zaragoza ha acompañado a 7.445 personas, lo que supone un ligero incremento con respecto al mismo periodo del 2024. Además, Cáritas ha otorgado 6.200 ayudas económicas por un valor de más de 1 millón de euros. Todo ello ha sido posible gracias a las 922 personas voluntarias, las 5.552 personas socias, las 117 empresas socias y las 11 colaboradoras y a todos y cada uno de los profesionales que coordinan la acción de Cáritas en la diócesis de Zaragoza. Este apoyo humano permite a Cáritas transformar la pobreza en oportunidades y convertir la esperanza en iniciativas concretas que proyecten cercanía y cuidado hacia las personas.
MUCHO QUE HACER
Cáritas Diocesana de Zaragoza sigue necesitando el compromiso de la ciudadanía para promover vidas más dignas en las personas que acompaña.
¿Cómo se puede colaborar?
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- En las colectas parroquiales de las misas del día de Navidad y víspera. Vinculándose económicamente de forma periódica (socio/a), de forma puntual (donante) o como empresa solidaria.
- Vinculándose al voluntariado de la entidad.
- Comprando en la tienda Moda re-, en Mariano Royo, 20, Zaragoza y en los corners en los Alcampos de Plaza Utrillas, Los Enlaces y Utebo.
- Llevando ropa a los contenedores rojos de la empresa de inserción A Todo Trapo.
- Disponiendo en testamento, en forma de herencia o legado, la entrega de determinados bienes o efectivo a favor de Cáritas Zaragoza.
Más información en www.caritas-zaragoza.org / 976 29 47 30.
La enorme solidaridad de las personas de la diócesis de Zaragoza es, sin duda, un signo de esperanza para todos. Porque mientras haya personas, hay esperanza. ¡Feliz Navidad!