“Cáritas no es dar por dar, sino trabajar por la promoción de todas las personas”

‘Tu Compromiso mejora el mundo’ es el lema que este año Cáritas ha elegido para su Campaña Institucional que comprende desde Navidad hasta la celebración del Corpus Christi. Un compromiso que durante 20 años ha demostrado vivir Encarna Gómez, voluntaria de Cáritas parroquial en la iglesia de San Pablo de Zaragoza. Para todos nuestros lectores hemos recogido su testimonio, signo de la felicidad que produce entregar la vida para hacer de este mundo un lugar mejor.

Encarna Gómez sonríe, en las dependencias de la Casa de la Iglesia de Zaragoza, feliz por compartir su testimonio.

¿Desde cuando eres voluntaria? Desde hace 20 años y siempre en la misma parroquia. Nací en el barrio de san Pablo y le tengo un cariño especial.

¿Es un barrio con más necesidades que otros? En estos momentos sí, pero antes no era así. Era un barrio muy comercial. Hace varias décadas empezó a despoblarse porque la gente empezó a buscar pisos más modernos, con más comodidades. Entonces empezaron a venir los inmigrantes porque los pisos eran más baratos.

¿Por qué te decidiste a colaborar con Cáritas? Yo tuve una temporada muy ajetreada y cuando mi vida empezó a relajarse y mis hijos ya eran mayores, pensé que podía dedicarle un tiempo a los demás.

¿En que consiste esta labor? Normalmente en todas las cáritas parroquiales se recibe un día a la semana, atiendes a la gente y te plantean sus problemas. Luego se hace una valoración caso por caso, siempre con la asesoría de una trabajadora social de Cáritas. Al día siguiente se les avisa para darles una respuesta. No se trata solo de dar por dar. Hay una promoción de la persona, un proceso para ayudar a que salgan de su situación.

¿Cómo podemos involucrarnos en atender a los pobres? En primer lugar aceptándolos a nuestro mismo nivel, compartimos con ellos los mismos valores. Pienso que ser pobre o no serlo solo depende de la calle donde has nacido. Podemos pensar que muchos de los que están en situaciones desfavorecidas es porque no han querido estudiar o trabajar cuando en la mayoría de los casos es porque no han tenido la posibilidad de hacerlo. Nadie es pobre porque quiere sino porque no le queda otro remedio. Tenemos que ver los valores positivos que tienen, creer en sus posibilidades. También pienso que si fuéramos buenos cristianos, no habría pobres, no necesitaríamos estar en Cáritas.

Si alguien quiere colaborar con Cáritas, ¿qué tiene que hacer? Tiene que ir a su sede diocesana y ponerse en contacto con el grupo de voluntariado. Allí le explicarán cómo trabaja un voluntario. Hay muchas formas de colaborar, no sólo en la parroquia, también hay programas especiales, la residencia de Santa Teresa, el centro de día de San Carlos, hay muchos sitios donde se puede colaborar. El grupo de voluntariado te orienta para que estés en el sitio donde mejor puedas ayudar. Todos no servimos para todo. Dan cursos de formación donde nos enseñan a atender a las personas, a seguir el carisma, qué pretende, qué queremos conseguir. Mucha gente piensa que Cáritas es dar y se hacen muchas más cosas.

¿Cómo resumirías tu experiencia en Cáritas? Dedicarse al voluntariado es siempre recibir mucho más de lo que das. La experiencia es enriquecedora, da mucha satisfacción. Yo he salido siempre de San Pablo relajada, satisfecha. Animo a que la gente que pueda dedique un tiempo a los demás.La mejor experiencia de mi vida, sin duda, ha sido mi dedicación a Cáritas.