Con el eslogan “Calatayud Misionero”, se celebró un encuentro el pasado miércoles, día 23, de este Mes Misionero Extraordinario de octubre. Con este evento se pretendían conseguir dos finalidades: Conocer la realidad de Calatayud en este campo y animar a las personas a seguir profundizando en su compromiso con las Misiones.
En el acto se hizo un recorrido por los continentes americano, africano y asiático. Sobre América, nos centramos en nuestra misión diocesana en Cochabamba. Participó D. Florián Cuenca, que hizo hincapié en nuestro compromiso misionero por estar bautizados y nos animó a visitar y potenciar la realidad que la diócesis tiene en Bolivia, y destacó el trabajo de los laicos, que calificó como fundamental. Pilar Jiménez, maestra de educación infantil, nos contó su experiencia gozosa, cuando fue a Cochabamba de voluntaria un verano con 19 años. Una vivencia que le marcó la vida colaborando en las guarderías.
Con respecto a África, el P. Enrique Bayo, misionero Comboniano bilbilitano nos realtó su trayectoria en países como la República del Congo, Kenia, o Sudán. Nos dejó clara cuál es la responsabilidad del misionero sacerdote, pero, incidió también en la gran labor de los laicos. Actualmente su actividad se desarrolla entre la misión y su trabajo de periodista para las revistas “Aguiluchos” y “Mundo Negro”.
Desde la “Fundación José Antonio Marín” nos explicaron como fueron sus comienzos y su actividad actualmente. Su fundandor, José Antonio Marín, sacerdote ya fallecido, comenzó su labor pastoral desde Calatayud a Burkina Fasso, a través de los Carmelitas, especialmente del P. Eugenio. La Fundación ha continuado este trabajo con distintos proyectos en ese país.
Y al hablar de Asia, quisimos recordar a D. Esteban Aranaz, sacerdote diocesano que se encuentra de misionero en China Continental, concretamente en Shanghai, de su labor dentro de la comunidad parlo española de esa ciudad. Debido a las circunstancias políticas del país asiático, su apostolado se desarrolla individualmente con cada persona.
Para terminar, habló Angelita Farrer sobre la actividad del Rastrillo Misionero y también se conoció la tarea que, desde pueblos pequeños como Velilla de Jiloca, Montón y Fuentes de Jiloca, se realiza con las labores para niños que realizan señoras de estas localidades y que, posteriormente, se mandan a países de misión.
Jesús Vicente Bueno.
Arcipreste de Calatayud.