La delegación de Apostolado Seglar organizó del 28 de agosto al 1 de septiembre los ejercicios espirituales EVANGELIZADOS PARA EVANGELIZAR, acompañados por Santiago Agrelo, franciscano y arzobispo emérito de Tánger.
La piedra angular de estos ejercicios fue la necesidad de “dejarnos evangelizar”, “dejarnos hacer” discípulos de Jesús, “dejarnos trabajar” por Dios, dejar nuestras vidas al soplo del Espíritu si queremos ser verdaderos evangelizadores, piedras vivas de la Iglesia de Cristo.
Alternando espacios de escucha, de oración personal y comunitaria, de silencio y de celebración, nos dimos cuenta de que se trata de que nos dejemos transformar en Cristo Jesús para poder irradiarlo: caminando tras Él, con Él y en Él para ser como Él, sabiendo que es tarea de toda nuestra vida ser sencillos “aprendices” para solo llegar a parecernos un poco a Él. Y, ¿cómo podemos dejarnos transformar?: escuchando su Palabra, abrazando a los hermanos y comiendo su Cuerpo y su Sangre.
Así, como humildes enamorados de Jesús, salimos de estos ejercicios decididos a no apartarnos nunca del sueño de Dios: que seamos uno con Él y entre nosotros, conociendo que nuestra misión es todo lo que Dios ama y optando por ser obreros de su Reino.
Gracias, don Santiago, por haber sacudido nuestras entrañas, por habernos descolocado e impulsado a una vida nueva, y gracias también a las hermanas de la Casa Madre Rafols por su acogida.
¡Abramos toda nuestra vida al Evangelio!
Delegación de Apostolado Seglar
de Teruel y Albarracín