El obispo de Barbastro-Monzón ha inaugurado la LXIV edición del Belén Monumental de Monzón, una de las referencias más emblemáticas del belenismo nacional. El acto, en la antesala del Adviento, se ha centrado en la sencillez del Nacimiento. Carlos Loncán, presidente de la Asociación Belenista Isaac Lumbierres, recordó que la verdadera Navidad «no se encuentra solo en las luces ni en los regalos, sino en la capacidad de mirar al otro, de cuidar lo frágil y de acompañar».
Desde su origen en 1960, inspirado en un pequeño belén casero, este proyecto colectivo se ha consolidado como un espacio cultural único. Actualmente, el montaje de la Asociación Belenista alberga más de 7.000 figuras distribuidas en cerca de 800 metros cuadrados, combinando escenas bíblicas con la etnografía y paisajes del Cinca Medio.
Don Ángel, en su intervención, alabó la labor de los voluntarios y de la asociación, cuyo esfuerzo desinteresado es la razón por la que este Belén «continúa vivo año tras año»10, sirviendo como un catecismo visual de la fe.
Para esta edición, el equipo de voluntarios, que ha dedicado un intenso trabajo, ha incorporado importantes novedades que enriquecen la visita:
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Nueva iluminación interior y exterior que realza las obras y añade profundidad a las escenas.
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Reordenación de espacios en aproximadamente 120 metros cuadrados, incluyendo nuevas escenas y efectos atmosféricos, como humo en varias viviendas.
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Renovado detalle etnográfico, con nuevos huertos y la recreación del vareado de la oliva.
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El Museo Manolo Campo, que celebra su XX aniversario, ha incorporado nueve nuevos nacimientos.
El acto inaugural también contó con un emotivo homenaje a los Titiriteros de Binéfar por su cincuenta aniversario. Pilar Amorós y Eva Pariciorecogieron el reconocimiento a una trayectoria que «ha llevado la magia de la música, la cultura y los cuentos por todo el mundo».
La ceremonia estuvo, como es tradición, acompañada por las interpretaciones de la Coral Montisonense.
