Un grupo de 50 personas de la Archidiócesis de Zaragoza, acompañado por el Sr. Arzobispo, ha peregrinado a Roma del 23 al 28 de septiembre con motivo del Jubileo de los Catequistas. A lo largo de esos seis días estaba previsto todo un plan de peregrinación que contemplaba momentos de oración comunitaria, personal, visitas culturales, religiosas, formativas y lúdicas. Lo que no se esperaba este grupo que marchó a Roma para vivir el Jubileo 2025, fueron las dos sorpresas que les esperaban en torno a la basílica de San Pedro del Vaticano y que harían de esta experiencia algo inolvidable
Tras su llegada a la Ciudad Eterna, el grupo de peregrinos se dedicó inmediatamente a la preparación espiritual. La tarde inicial se centró en la meditación sobre el significado del Jubileo, la celebración de la Eucaristía y un emotivo acto penitencial que tuvo lugar en la capilla de la Casa San Juan de Ávila, sentando las bases espirituales del viaje.
Durante los días de estancia, la delegación aragonesa recorrió algunos de los puntos más emblemáticos de la historia y la fe. Los peregrinos visitaron los Foros Imperiales, el Coliseo, la Scala Santa y la Basílica de San Juan de Letrán. Además, el grupo disfrutó de la celebración de la Eucaristía en la histórica Iglesia jubilar de Montserrat de los Españoles en Roma. Un momento especialmente significativo fue la Misa que se celebró en las Catacumbas, donde el grupo elevó sus oraciones por los cristianos perseguidos y por todos los fieles difuntos.
Dos sorpresas vaticanas
Una de las primeras sorpresas que pudo disfrutar esta delegación zaragozana fue la de asistir a la bendición del panel cerámico de la Virgen del Pilar y del Apóstol Santiago que se instaló en los Jardines Vaticanos. Un evento al que no sabían que acudirían hasta que fueron llevados al lugar designado para tal efecto. Puedes leer más sobre esta noticia aquí.
La segunda sorpresa fue enterarse un día antes que durante la audiencia con el Papa una representación de este grupo diocesano podría subir a la zona más próxima al Papa. Fue en el momento de los saludos, cuando el vicario de Pastoral de nuestra diócesis, Sergio Pérez Baena, le regaló un cachirulo al Papa y al preguntarle si se lo quería poner, este respondió que sí, ofreciéndole al vicario hacerse una foto juntos. Una foto que ha recorrido como la pólvora las redes sociales.
Sergio Pérez explicó cómo se fraguó el momento: «Llevamos dos años preparando esta peregrinación. Para la audiencia del Jubileo, a la que hemos asistido unos 20.000 catequistas de todo el mundo, teníamos 20 invitaciones en un lugar preferente. También habíamos solicitado poder saludar al Santo Padre, pero no supimos que estaba confirmado hasta el día anterior», relató. «Cuando me acerqué al Papa le agradecí su ministerio y le dije que rezamos por él a la Virgen del Pilar. Le expliqué el significado del pañuelo y le pregunté: “Santidad, ¿le gustaría ponérselo?”. Y, para mi sorpresa, me dijo que sí».