Del 19 de abril al 11 de mayo tuvo lugar, en el Colegio Español de Roma el trigésimo tercer curso de actualización sacerdotal.
Veinticinco compañeros presbíteros y un diácono permanente, procedentes de trece Diócesis españolas y una venezolana nos reunimos durante tres semanas para ponernos al día en Teología y Espiritualidad del ministerio sacerdotal, Formación Permanente Integral, Liturgia, Derecho Parroquial, Moral, Biblia, Teología Fundamental y Eclesiología, Lectura Creyente de la Palabra, Cristología, Diálogo interreligioso, Historia de la Iglesia en España y temas de actualidad y coyuntura como problema en torno a prevención de abusos.
Fue un encuentro no sólo de formación y actualización de lo que un día estudiamos, fue también de convivencia y compartir experiencias con hermanos sacerdotes que vivían situaciones parecidas a las nuestras con los que creamos lazos muy fuertes de amistad. Pero no sólo con ellos, sino también con los sacerdotes residentes allí que estudiaban todo el año y con el personal que los atendía. Nos sentimos todos como una gran familia.
Además tuvimos momentos de cargar pilas, de paz y serenidad alejados de los quehaceres diarios de la parroquias que nos ayudaron a revisar nuestra vida, a rezar más, a compartir celebraciones y a comprometernos más en nuestro sacerdocio con el pueblo de Dios que se nos ha encomendado, al servicio de nuestra tierra turolense.
Ha sido un encuentro muy valioso, un verdadero regalo que nos ha llenado de ilusión y ha actualizado nuestro sacerdocio en todos los sentidos sabiendo que la Iglesia es mucho más de lo que nos imaginamos desde nuestra parroquia o nuestra Diócesis. Es también una gran familia a la que tenemos que escuchar y saber contemplar desde otras realidades y otras formas de pensar y vivir como nos transmitieron los ponentes.
De nuestra Diócesis de Teruel y Albarracín participamos Vicente Iserte, Paco Lázaro y Antonio Martínez. Agradecemos la hospitalidad de los Padres Operarios, la cercanía del Cardenal Omella, con quien coincidimos allí y la generosidad y cariño del Cardenal Santos Abril que nos acompañó por los Jardines Vaticanos y en la eucaristía final.
Merece la pena parar, cambiar de aires, ponerse al día y compartir. Asís fue maravilloso; Florencia impresionante y Nápoles, recién ganada la liga su equipo, una explosión de júbilo. Las visitas a las Scavi Vaticanas (tumba de San Pedro), las Catacumbas de santa Priscila, la Audiencia General con el Papa Francisco y las fotografías con él, las visitas a los Dicasterios del Clero y de Desarrollo Humano Integral fueron geniales. Renovar el Pacto de las Catacumbas en las Catacumbas de Domitila con la concelebración de la Eucaristía fue un momento entrañable.
El Día de Retiro en Monte Cucco, acompañados por el Director Espiritual de la Casa, P. Algimiro, fue el culmen y la espiritualidad compartida en el rezo de las horas y la eucaristía junto a la comunidad educativa del Colegio Español nos ayudaron a vivir en clave de fe, compromiso y discernimiento estás tres semanas. Algún helado, algún capuchino y alguna cervecita ayudó a socializar y a sentirnos más hermanos y compañeros.
Merece mucho la pena: gracias a la Diócesis de Teruel y Albarracín que nos ha permitido vivir está experiencia. Animamos a participar a los compañeros sacerdotes de Teruel.
Vicente Iserte, Paco Lázaro y Antonio Martínez
