Nuevo diseño en fase beta, discúlpanos si encuentras algún error.

Opinión

Pablo Vadillo

Se puso a caminar con ellos

23 de noviembre de 2018

El camino de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-25) es el texto evangélico que ha servido de telón de fondo al Sínodo de los Obispos para proponer al papa Francisco nuevas intuiciones sobre una pastoral juvenil y vocacional para el siglo XXI. Este documento final, dividido en tres partes, busca llevar a cabo esta misión a la espera del documento magisterial que esperamos que el papa Francisco publique próximamente con nuevas y apasionantes orientaciones.

La Iglesia debe acompañar a los jóvenes desde su realidad, un acompañamiento que no juzga sino que se pone al servicio.

‘Se puso a caminar con ellos’. Así se titula la primera parte. Jesús, como en el pasaje de los discípulos de Emaús, se pone a caminar con ellos, se hace el encontradizo para escucharlos, reconocerlos y acompañarlos. En este aspecto, se centra el primer bloque.

Muchos jóvenes ya han salido de las parroquias, movimientos, asociaciones…; vuelven a su hogar tras una experiencia no convincente, se encuentran en el camino de vuelta desalentados, desanimados y sin esperanza; vuelven con su familia, su principal punto de referencia… y en medio nos hacemos los encontradizos, nos hacemos uno más en su camino y en su vida, descubrimos sus desesperanzas, sus desilusiones y miedos, sus fracasos, errores y heridas, sus grandezas, dones y virtudes, sus miserias y riquezas. Les descubrimos a ellos mismos y les ayudamos a descubrirse a sí mismos.

Como Jesús, les acompañamos desde su realidad, un acompañamiento que no juzga sino que se pone al servicio, a sus pies, para regalarle la Buena Noticia que es capaz de colmar sus ansias, sus esperanzas y anhelos más profundos, que es capaz de tornar la tristeza en gozo, la desilusión en esperanza, la parálisis en fuerza de acción transformadora. 

Como afirma este documento, en cuya redacción se encuentran las voces de los jóvenes que han participado en el Sínodo representando a todo el mundo, esperan encontrar ese acompañamiento que los acoja como son, sin juzgarlos, que sea capaz de incorporarlos a la comunidad cristiana que los jóvenes sueñan; una comunidad auténtica, ejemplar, corresponsable, fraterna, alegre y profética que denuncia la injusticia; una comunidad donde el joven es protagonista de la acción pastoral; una comunidad en diálogo con la cultura, con la expresión musical o pictórica; una comunidad que es capaz de hablar un lenguaje comprensible y actual; una comunidad que responde y presenta su mensaje claramente; una comunidad donde los pastores están rápidos a la acogida; una comunidad donde es escuchado, reconocido y acompañado, donde él no sólo es destinatario de la acción pastoral y eclesial sino también auténtico protagonista valiente y creativo. No son el futuro de la Iglesia; son el presente contribuyendo a lo que la comunidad es y no sólo a lo que hace. 

A los discípulos se les abrieron los ojos y tras el encuentro con Jesús partieron sin demora a anunciar la Resurrección. En los próximos números veremos cómo los obispos nos proponen ayudar a los jóvenes a reconocer a Jesús y ponerse de nuevo en camino.

Compartir
WhatsApp
Email
Facebook
X (Twitter)
LinkedIn

Noticias relacionadas

18 septiembre 2024