El pasado sábado 3 de agosto celebramos en Orihuela del Tremedal el Encuentro Diocesano Misionero de Teruel y Albarracín, donde pudimos compartir experiencias de vida con las personas que, de forma especial, entregan todo su ser para llevar el amor de Dios a los demás: los misioneros.

Este año han estado entre nosotros:

  • Araceli Guimerá Gascón, de Cantavieja, que está en Iquitos (Perú).
  • Vicente Lahoz Aznar, de la Mata de los Olmos, está en Argentina.
  • Javier Negro Marco, de Bello, viene de la República Democrática del Congo.

Ellos, junto a otros 60 misioneros/as de nuestra provincia, son modelo, esperanza, humildad, constancia, ilusión, entrega… Son la riqueza de nuestra Iglesia.

Desde la Delegación de Misiones nos esforzamos por hacerles visibles en nuestra sociedad. Sin ellos/as, hoy en día, no sería posible todo el trabajo humanitario de los proyectos solidarios. ¿Quién conoce mejor que ellos/as la realidad de los países más empobrecidos del mundo? ¿Quién se queda cuando las cosas se ponen feas? ¿Quién mantiene su vitalidad y compromiso hasta el fin de sus días? ¿Quién acompaña en la pobreza, tristeza, alegría y esperanza? ¿Quién…?

La celebración de este día es la forma que tenemos de decirles que les tenemos presentes, de aproximarnos y animarlos en su importante labor, de convivir con ellos/as, de enriquecernos también nosotros y nosotras con su testimonio de vida y de unirnos, por medio de la oración, en una misma Misión: la de hacer realidad el gran amor de Dios, presente en cada persona y, en especial, en los más olvidados de este mundo.

Un abrazo, unidos en nuestra fe,

Delegación de Misiones