Hoy, los pasillos de la Casa de la Iglesia de la Iglesia han sigo testigos de un encuentro inusual y gozoso. Medio centenar de religiosas de los monasterios de vida contemplativa de nuestra Archidiócesis -en total son catorce- se han reunido para celebrar el Jubileo diocesano de la Vida monástica convocado desde la delegación de Vida Consagrada.
Este Jubileo ha comenzado en la capilla de la Casa de la Iglesia con el rezo de la hora intermedia dirigido por el Arzobispo de Zaragoza. A continuación, tras un saludo por parte del delegado, José Manuel Peco, el Arzobispo ha dirigido unas palabras a las religiosas.
En su mensaje, el Arzobispo ha querido manifestar el gozo de este encuentro y ha agradecido la presencia de cada monasterio en la Archidiócesis «porque no sería la misma sin vuestro carisma. Sois el soporte espiritual de una Iglesia que intenta caminar, una tarea que es la evangelización, la misión». Don Carlos también ha querido explicar el plan pastoral en el que esta inmersa la diócesis este año bajo el lema «Asamblea de llamados por la misión».
Después de su intervención, el Arzobispo ha mantenido un diálogo con las religiosas. Una vez concluido, ha tenido lugar una peregrinación con la Cruz del Jubileo hacia la Basílica del Pilar, el rezo de una estación en la Santa Capilla y una eucaristía en el mismo lugar.
