La facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza ha organizado el III Seminario sobre Libertad de expresión y prevención de la violencia y discriminación por razón de religión que se celebrará los próximos 26 y 27 de septiembre en su aula magna. Hablamos con el especialista José Francisco Serrano, que interviene en este seminario, para conocer su visión acerca del tratamiento del hecho religioso en los medios de comunicación.
¿Por qué un seminario de esta índole? ¿No existe libertad de expresión en España? El seminario responde a un proyecto de investigación que lleva adelante, con acierto y rigor científico, la catedrática de la Universidad de Zaragoza, Zoila Combalía. Se está produciendo en las sociedades desarrolladas una paradoja: en un sistema de libertades reconocidas y potenciadas dentro de un marco de secularización se está produciendo un aumento de las expresiones ofensivas hacia la religión, en ocasiones con una intención provocadora. Expresiones cristianófobas, islamófobas, antisemitas, u otras. Se trata de ofensas a la dignidad de la persona y a sus derechos fundamentales que afectan a todas las religiones.
Tocando un caso de interés global como es el exterminio de cristianos en la Guerra de Siria. ¿Por qué los medios generalistas hablaron tan poco de esta masacre? Ya sabemos cuáles son las dinámicas de los medios, sobre todo de las grandes agencias de información internacionales. Los criterios de la información internacional están muy pegados a los criterios de poder en el equilibrio, o desequilibrio, de las relaciones internacionales. En este sentido, el Papa y la Santa Sede juegan un papel fundamental en la defensa de los cristianos perseguidos, dado que su voz, que tiene una amplificación natural, es la que puede hacer que los cristianos perseguidos puedan pasar al escenario principal de la atención pública. Y un dato significativo. La crisis económica en los medios ha minado su presencia con corresponsalías y enviados especiales, corresponsales de guerra, a los lugares de conflicto. Y esto ha empobrecido esa información.
Pasamos a un tema que nos ha tocado vivir de manera más local como es el caso de las inmatriculaciones. ¿De qué manera la prensa es capaz de generar la idea de que la Iglesia es una institución que busca lucrarse? Siempre que la prensa se somete a los dictados de la política, incluso de la políticamente correcta, está siendo infiel a sus lectores. Y el ejemplo que usted pone es uno de ellos. Aunque generalizar es siempre injusto, el tratamiento de esa información ha estado cargado de ideología y demagogia y se ha separado de una realidad, la naturaleza de la Iglesia, su función y servicio social, su historia. Algunos de los que han informado sobre este tema han teñido sus informaciones de ideología y de intereses políticos, incluso localistas.
Algunos partidos políticos de nuestro país opinan que la religión debe reservarse exclusivamente al ámbito privado. Sin embargo, el artículo 16 de la CE afirma que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española”. Visto así, ¿cómo pueden favorecer los medios que la Iglesia tenga presencia en la esfera publica? Los medios deben contribuir a ofrecer una imagen pública de la Iglesia como una realidad social que contribuye al progreso de las personas desde su misión específica. Por tanto, deben hacer un esfuerzo por entender cuál es la naturaleza de la Iglesia, sus dinámicas, sus personas, y no informar desde prejuicios. El esfuerzo que los medios hacen con el papa Francisco debieran hacerlo con toda la Iglesia, desde la última parroquia al más lustroso arzobispado.
Vivimos una época de contaminación informativa. ¿Está la prensa reflejando de manera fiel la identidad de la Iglesia? Creo que la información sobre la Iglesia se está salvando, en España, gracias al papa Francisco. La imagen de la Iglesia como un cubo de basura no responde con la realidad.