El Jubileo 2025 se abrirá oficialmente el 24 de diciembre de 2024 con la eucaristía presidida por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro. A continuación, tendrá lugar el rito de Apertura de la Puerta Santa, que precederá a la apertura del resto de Puertas Santas de Roma y de todas aquellas que las iglesias locales dispongan para ganar la indulgencia. En Aragón, las diócesis han establecido una serie de templos jubilares con el fin de que esta gracia llegue a todos aquellos que no puedan peregrinar hasta Roma.
Peregrinos
La peregrinación es una experiencia de conversión, de cambio de la propia existencia para orientarla hacia Dios. Desde el punto de vista simbólico, la Puerta Santa adquiere un significado particular: es el signo más característico de un Jubileo, porque la meta es poder atravesarla. Al cruzar este umbral, el peregrino recuerda el texto del capítulo 10 del evangelio según san Juan: “Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos”. El gesto expresa la decisión de seguir y de dejarse guiar por Jesús, que es el Buen Pastor.
Indulgencia
La indulgencia es una manifestación concreta de la misericordia de Dios, que supera los límites de la justicia humana y los transforma. Este tesoro de gracia se hizo historia en Jesús y en los santos: viendo estos ejemplos, y viviendo en comunión con ellos, la esperanza del perdón y del propio camino de santidad se fortalece y se convierte en una certeza. La indulgencia permite liberar el propio corazón del peso del pecado, para poder ofrecer con plena libertad la reparación debida. Además, el Jubileo es un signo de reconciliación, porque abre un «tiempo favorable» (cfr. 2 Cor 6,2) para la propia conversión. Concretamente, se trata de vivir el sacramento de la reconciliación, de aprovechar este tiempo para redescubrir el valor de la confesión y recibir personalmente la palabra del perdón de Dios.
Oración
Los momentos de oración realizados durante el viaje muestran que el peregrino posee los caminos de Dios “en su corazón” (Sal 83,6). Este tipo de alimento necesita también de paradas y escalas varias, a menudo situadas en torno a ermitas, santuarios, u otros lugares particularmente ricos desde el punto de vista del significado espiritual, donde uno se da cuenta de que -antes y al lado- otros peregrinos han pasado y que esas mismas vías han sido recorridas por caminos de santidad.
En Aragón, las diócesis han establecido hasta una veintena de templos jubilares:
ZARAGOZA
- En la ciudad de Zaragoza: la Catedral Basílica del Pilar, la Parroquia Basílica de Santa Engracia y la capilla del Hospital de San Juan de Dios.
- En la Vicaría V: el Templo del Milagro de Nuestra Señora del Pilar, en Calanda.
- En la Vicaría VI: la Basílica de Santa Maria de los Corporales, en Daroca.
TARAZONA
Catedral de Tarazona y Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud
HUESCA
Catedral y la Basílica de San Lorenzo
BARBASTRO – MONZÓN
• Bajo Cinca: Monasterio de San Salvador (Torrente de Cinca)
• Cinca Medio-Litera: Ermita Virgen de La Alegría (Monzón)
• Somontano: Santuario de El Pueyo y capilla de la Virgen de la Esperanza (Barbastro)
• Sobrarbe-Ribagorza: Santuario Virgen de La Peña (Graus)
JACA
Catedral
TERUEL Y ALBARRACÍN
Catedrales de Teruel y Albarracín (y otros todavía por determinar)
CONDICIONES
Estar verdaderamente arrepentido; confesarse; participar en la eucaristía, con comunión sacramental, y oración por las intenciones del Papa.
Aquellos que, por enfermedad u otra causa, no puedan realizar la peregrinación están invitados, de todos modos, a tomar parte del movimiento espiritual que acompaña a este Año, ofreciendo su sufrimiento y participando en la celebración eucarística.