En ocasiones un pequeño gesto o un pequeño regalo se pueden convertir en un signo de vida y de muerte, de drama y de esperanza, de miedo y de amor. Y es que la Cruz de Lampedusa es todo eso y más. Nació como un regalo al Papa Francisco, después de que emocionara ante la desgracia de las personas que huyendo de guerras persecuciones y otras atrocidades, se lanzan en una miserable barcaza para escapar de todo eso y tratar de salvar la vida y en muchos casos tratar de salvar la de sus hijos, nietos, esposas…
La fundación “Casa de llo spirito e delle arti” de Milán habló con un artista de Lampedusa y le pidió que con los restos de una de estas barcas en la que habían muerto más de 300 personas y unas 150 habían sobrevivido de forma milagrosa, hiciera una cruz; pero le rogaron que no trabajase la madera, solo que la cortase. Y como decimos con la intención de hacerle un obsequio al Papa para que rezase por el drama de que estaba viviendo. Cuando el Papa la vio y la bendijo les mandó llevarla allí donde la pidieran para que fuera venerada, admirada y, sobre todo, para que nos remueva las entrañas por aquellos hermanos que más sufren y a los que debemos ayudar desde la oración, la entrega, la donación, para luchar contra la globalización de la indiferencia…
Y así, desde el año 2014, llegamos hasta esta semana en la que la Cruz de Lampedusa, ha llegado a la Diócesis de Tarazona. Fue Jesús Martínez, el sacerdote responsable de Migraciones en la Diócesis hasta septiembre, el que se puso en contacto con Graciella Cuccu, embajadora de la Cruz, para que la trajeran hasta aquí. A partir de septiembre, el nuevo delegado de Migraciones, Luis Gerardo Martínez, tomó el relevo en la preparación de esta visita especial, para la que ha contado con la ayuda no sólo de parroquias, grupos, cofradías… sino también de autoridades y otras entidades.
El viernes, día 20 llegó a Calatayud. El recibimiento fue caluroso. La esperaban sacerdotes, una representación de cofradías y las autoridades locales. Entró en la Parroquia de San Juan y comenzó una oración preparada por el grupo de la Renovación Carismática en la que hubo un testimonio de un joven bilbilitano que estuvo dos meses ayudando en los campos de refugiados de Lampedusa. Al terminar todos pudimos pasar a adorar este nuevo Árbol de la Cruz, como nos decía Luis Gerardo.
El sábado fue el turno para las otras religiones. La comunidad musulmana, evangélica, budista y otras, hicieron un acto en el salón del Ayuntamiento. Los niños leyeron varios textos, sonaron frases del Corán sobre la paz. Y es que Graciella nos contaba que el Papa Francisco dijo que esta Cruz representa a todos los refugiados de todas las religiones y creencias que han muerto o han sobrevivido al horror de este viaje.
El domingo en la Misa de 12, Graciella hizo entrega de unas cruces pequeñas cruces, hechas de las misma madera que la grande, que quedan en los sitios donde va la Cruz, para que no se olvide su paso y lo que representa. El Papa en unas declaraciones afirmó que ya hubo un holocausto y hay quien pretende negarlo; ahora dejando estas señales por los lugares donde pase las Cruz, nadie podrá negar que de nuevo estamos viviendo un holocausto.
Por la tarde, la comunidad Latinoamericana de Calatayud participó en la Santa Misa. Comenzaron entrando la Cruz en procesión desde la entrada de la iglesia.
La programación continuó en Calatayud el lunes, con los actos que han preparado los niños y jóvenes del Colegio de Santa Ana.
El martes la Cruz subirá a la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
El miércoles la Cruz viaja a Ateca. Participará el colegio y las autoridades locales en el acto de bienvenida. Por la tarde después de la Santa Misa, procesionará por las calles del pueblo y a continuación habrá una proyección sobre la realidad del migrante.
El jueves llegará a Brea de Aragón. Por la mañana será recibida en la Parroquia y por la tarde después de la Santa Misa, oración y adoración de la Cruz.
El viernes viajará hasta Borja. Por la mañana Santo Rosario y Santa Misa y a partir de las 12h. adoración de la Cruz por grupos. A la 17h. Vía Crucis por las calles del pueblo.
A las 20h. del viernes, llegará a Tarazona, al Monasterio de Carmelitas de Santa Ana. En procesión con una representación de las cofradías, se bajará hasta la S.I. Catedral, donde acompañará la banda de música de San Martín de la Virgen de Moncayo. Solemne oración y adoración de la Cruz.
El sábado, a las 9.30 Santa Misa en la Catedral y a las 21.00h. Adoración Eucarística Nocturna ante la Cruz.
El domingo, a las 9.30 Santa Misa en la Catedral y a las 19.00h. Santa Misa presidida por el Sr. Obispo de la diócesis, Mons. Eusebio Hernández Sola, OAR, y cantada por el Coro de la Catedral. Seguidamente oración de despedida.
