Jesús Jaime, actualmente párroco de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza, ha sido nombrado por el arzobispo de Zaragoza, vicario episcopal de la vicaría urbana II. En esta entrevista nos habla de su ilusión por conocer a fondo la realidad de la zona que tiene a cargo, entre otras cosas.
¿Cómo se siente ante el nombramiento?
Pasados los primeros momentos de sorpresa e inquietud ante este nuevo servicio, me siento animado, con ganas de incorporarme al camino recorrido por las comunidades de esta Vicaría, para seguir caminando juntos, aportando cada uno los dones que hemos recibido del Señor.
¿Qué características definen su Vicaría?
Es la Vicaría de la Margen Izquierda del Ebro (la MIDE, como la llaman), formada por un solo arciprestazgo. Comprende realidades y comunidades muy diversas, como hoy es diversa y plural toda la sociedad. Comprende las zonas de Arrabal, Picarral, Zalfonada, Actur, Parque Goya y los barrios de San Gregorio, Juslibol, San Juan de Mozarrifar, Montañana, Movera y Santa Isabel. Son 14 parroquias.
¿De qué manera va a afrontar su nuevo cargo?
En un primer momento voy a tratar de conocer la realidad, las comunidades parroquiales y a los sacerdotes. Ello implica ubicarlas (algunas no sé dónde están); conocer también la pequeña historia que han ido forjando estas comunidades, sus características, sus logros, sus dificultades; escuchar a los sacerdotes, a la gente…
En un segundo momento, en septiembre, en las reuniones del Consejo Pastoral de la Vicaría y de los Sacerdotes, iremos retomando el trabajo: revisando el camino para ver qué cambios vemos necesario introducir, para potenciar las acciones misioneras, para seguir avanzando en la conversión pastoral. Eso lo iremos realizando entre todos, porque todos estamos llamados a discernir, proponer y caminar juntos.