Nació el día 10 de Marzo de 1941 en Petilla de Aragón (Navarra) e ingresó en el Monasterio de Barbastro en 1958 profesando dos años después. Murió, en el hospital de Barbastro,  el día 28 de agosto de 2017 estando acompañada en ese momento por todas las Hnas. de la Comunidad. Fue Madre Abadesa durante 34 años con dos relevos y desde esa responsabilidad ha dejado doctrina y ejemplo de vida  que permanecerán imborrables en la historia de este monasterio.  

Fiel discípula de Santa Clara de Asís fue sierva de sus hermanas, viviendo en primera persona lo que indicaba a las demás,  y significándose especialmente por su entrega a las hermanas enfermas sirviéndoles día y noche.

En los tres últimos años soportó su propia enfermedad con admirable entereza y ejemplo y era ella la que animaba a las demás.

A la abadesa actual, Petronila Ngina Mwanzia, le dejó unos escritos espirituales que recogen parte de su vida y de su enfermedad. En estos escritos queda clara la aceptación completa de su enfermedad y la obediencia absoluta a la voluntad de Dios.

Dejó escrito que ofrecía su vida y sus sufrimientos por la comunidad, por el obispo, por los sacerdotes, por las vocaciones, por la diócesis y por la esperada fundación de un monasterio de Capuchinas en Kenia, país del que proceden varias hermanas de la comunidad pidiendo que todo sea para gloria de Dios.

La Hna. Isabel fue muy amante de la Liturgia, que preparaba con sumo cuidado, y de la música, ejerciendo habitualmente de organista en las celebraciones religiosas. Ha vivido la pobreza hasta el extremo y ha sido cariñosa y atenta no sólo con las hermanas sino también con las personas que se acercaban al monasterio. Todos la conocían con el nombre de Madre Isabel porque trataba a todos como una madre trata con sus hijos.

D.E.P.